El suministro de agua regresará por fin a Carrasconte

Una auténtica odisea. Así califica la alcaldesa del municipio de Cabrillanes, Lina Freire, el procedimiento por el que ha tenido que pasar el Ayuntamiento para poder dotar al pequeño pueblo de Carrasconte de suministro de agua que será posible gracias a las obras de restauración que la empresa pública Tragsa está acometiendo -gracias a la aportación económica  de la Junta de Castilla y León- en la explotación a cielo abierto de Nueva Julia. Y es que, se aprovecharán los trabajos que se están llevando a cabo para abastecer de agua a este pueblo, de unos seis habitantes -en época estival- y un establecimiento de hostelería.

La propia alcaldesa, Lina Freire, ha señalado que se desconoce el momento en el que la pequeña localidad contará con el suministro aunque tendrá que ser a lo largo de este mismo año ya que Confederación Hidrográfica del Miño Sil concede al Ayuntamiento de Cabrillanes el plazo de un año para el aprovechamiento del agua por lo que “en ese intervalo de tiempo tienen que hacerlo”.

La regidora ha querido añadir que Carrasconte contaba años atrás con un pequeño abastecimiento de agua “que desapareció a consecuencia de las explotaciones mineras”. Y precisamente, al ser daños derivados de la propia actividad extractiva, será la Junta la que se responsabilice de volver a dotar de suministro de agua al pueblo.Aún así, Freire confesó que el Ayuntamiento ha gastado, en papeles, alrededor de 7.000 euros. Entre otros menesteres el Consistorio asumió el pago de los costosos análisis del agua, y del proyecto técnico que se presentó ante Confederación. Además, la alcaldesa ha añadido que el precio de la obra ascendía a unos 90.000 euros, “una cuantía inasumible para las arcas municipales”.