Suenan cantares de boda. Sin duda anuncian el enlace de Sina Álvarez y Eliseo Cortizo, ambos de 74 años. Y es que después de 50 años de matrimonio estos lacianiegos han renovado sus votos al más puro estilo tsacianiego. El reloj marcaba poco más de las 17:30 horas cuando los novios, ataviados con la indumentaria tradicional, salían sonrientes, a la vez que visiblemente emocionados, del domicilio conyugal. Junto a ellos, el hijo de los contrayentes haciendo las veces de padrino y la nieta de ambos en el papel de madrina. Alrededor, sus compañeros del grupo ‘Tsaciana’, esos que día a día forman parte de la vida del matrimonio ya que los dos son integrantes de esta asociación.
El grupo ‘Tsaciana’, un año más, supo sacar los manteos a la calle y perfectamente engalanados para la ocasión, brindaron a los contrayentes, antes de iniciar el recorrido que les llevaría hasta la iglesia de San Miguel, el mejor de los cánticos, un cantar de boda a la felicidad y prosperidad del matrimonio. Después de tan lindo gesto, novia y madrina, partieron hacia el templo en una bonita calesa. Justo delante, el novio y el padrino caminaban acompañados por integrantes de la asociación folklórica. Durante el camino, más cantos al amor.
Una vez en la iglesia, y rodeados también de familiares y amigos que no quisieron perderse un día digno de celebración, los novios volvieron a dar el sí quiero; ese que los unió aquel 14 de enero de hace 50 años. A la salida del templo se sucedían las muestras de cariño y de felicitación hacia los novios. No faltó tampoco la típica ‘recha con manteiga’ -pan con mantequilla-; ritual típico de cualquier boda tradicional tsacianiega que hizo las delicias de todos los asistentes al enlace. Y como buen casamiento que se precie el día concluyó con un banquete como colofón final.