La cita es este jueves 20 de marzo a las 20:00 horas en El Cine de Villablino, donde el director Luisje Moyano y su equipo presentarán la cinta ante el público. El film ha sido rodado en distintos puntos de la cuenca, incluyendo Villablino, Toreno, Fabero, Páramo y Matarrosa, y cuenta con la participación de numerosos actores y figurantes locales, lo que lo convierte en un proyecto especialmente cercano para los habitantes de la zona.
Entre los rostros que darán vida a los personajes de Camino Negro destaca la joven Aitana Quintans, de Caboalles de Arriba, quien asume uno de los papeles principales. Su presencia en la película subraya el talento emergente de Laciana y refuerza la identidad local de la producción. “Es un honor participar en un proyecto que retrata la historia de tantas familias mineras”, ha declarado Quintans en una entrevista reciente.
La película aborda la dureza del trabajo en la mina y las consecuencias que dejó el cierre de las explotaciones en las comunidades que dependían de ellas. Con un enfoque humano y realista, Camino Negro busca rendir homenaje a los mineros y a sus familias, mostrando tanto la lucha diaria en el interior de los pozos como las dificultades que enfrentaron tras el declive de la industria.
El estreno en Villablino marcará el inicio de una serie de proyecciones que continuarán hasta el lunes 24 de marzo. Tras la presentación del jueves, la película podrá verse en distintas sesiones a lo largo del fin de semana: el viernes 21 a las 22:00, el sábado 22 a las 19:00 y 22:30, el domingo 23 a las 19:00 y, finalmente, el lunes 24 a las 22:00.
Desde la organización destacan que la expectativa es alta, dado el gran interés que ha despertado la película en la comarca. Se espera que la proyección reúna a numerosos vecinos, muchos de los cuales han participado como figurantes en el rodaje o tienen algún vínculo con la historia minera que se narra en pantalla.
Con Camino Negro, el cine vuelve a poner el foco en la minería, una industria que marcó el carácter de toda una región. Villablino, que fue testigo de la actividad minera durante décadas, será ahora el lugar donde esta historia cobre vida en la gran pantalla.