Villablino volvió a convertirse esta tarde en el escenario simbólico de los últimos días de Cristo gracias a la representación de “Los cuadros de la Pasión”.
Organizada por la Asociación Carta Puebla de Laciana, la cita tuvo lugar en la Casa de Cultura y logró reunir a numerosos vecinos y vecinas, además de visitantes de otras localidades, que no quisieron perderse una de las manifestaciones culturales y religiosas más singulares de la comarca.
La representación comenzó a las 21:05 horas y se desarrolló a través de una cuidada secuencia de escenas estáticas y dramatizadas que recorrieron los momentos más significativos de la Pasión: desde la entrada de Jesús en Jerusalén hasta la Crucifixión, pasando por la Última Cena, la negación de Pedro, los juicios ante los sumos sacerdotes y Pilato, el camino del Calvario y, finalmente, la muerte en la cruz. La puesta en escena destacó por su sobriedad, el simbolismo de la musicalización y la expresividad de los participantes, muchos de ellos vecinos y vecinas de la zona que cada año se implican voluntariamente en esta representación colectiva.
El silencio del público y la atmósfera de respeto y recogimiento que se creó durante todo el acto contribuyeron a reforzar la intensidad emocional del momento, que aún pude ser mayor cuando al inicio dedicaron un minuto de silencio por los recientes fallecidos en la mina de Cerredo.
Las bajas temperaturas y la lluvia continuada obligaron a realizar el acto en el Auditorio de la Casa de Cultura. Cargado de espiritualidad y también de identidad cultural compartida. “Es emocionante ver cómo un pueblo entero puede volcarse en algo así. No es solo teatro, es una forma de contar nuestra historia común desde la fe, pero también desde la comunidad”, señalaba una vecina de Villablino al terminar la representación.
Uno de los aspectos más destacados de “Los cuadros de la Pasión” es precisamente su carácter popular y participativo. La iniciativa, surgida hace más de una década, ha ido creciendo y consolidándose gracias al esfuerzo de la Asociación Carta Puebla de Laciana, que ha sabido involucrar a diferentes generaciones, asociaciones y parroquias de la comarca. Este año, de nuevo, se ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Villablino, que apoya el evento a través de la Concejalía de Cultura, y de otras asociaciones como las mujeres de Buenverde.
Al finalizar la representación, como ya es tradición, se repartieron sopas de ajo entre el público asistente, una manera de cerrar la velada con un gesto de convivencia y cercanía, que remite a las antiguas costumbres de la zona. Muchos aprovecharon también para felicitar a los organizadores y comentar entre ellos la emoción vivida durante la noche.
Villablino conserva viva la tradición religiosa de la Semana Santa, y al mismo tiempo refuerza el tejido comunitario, da valor al espacio público y demuestra que la cultura popular sigue siendo una herramienta poderosa para unir y emocionar.