En 1920 la lechería ‘La Popular’, de Sosas de Laciana, se puso en funcionamiento y estuvo activa hasta 1968. Y como el COVID-19 impidió conmemorar, en 2020, el centenario de la puesta en marcha de esta joya patrimonial, única lechería hidráulica de España, este año se rendirá tributo a un acontecimiento tan importante.
Desde 2014, la lechería funciona únicamente como museo. Fueron los propios vecinos del pueblo de Sosas de Laciana quienes, después de 46 años de inactividad, rehabilitan y adecúan el inmueble para que pueda recibir visitas turísticas. Posteriormente, el año pasado, la Junta Vecinal licita el proyecto -como museo- y es la lacianiega Ángelica Fernández quien está al frente del servicio. Y para darle un valor añadido a la lechería, tal y como ella misma confiesa comienza a elaborar, siguiendo la tradición del ayer, la mantequilla artesanal ‘La Popular’, que este 28 de noviembre cumple su primer aniversario.
Y para conmemorar el centenario de la lechería y el aniversario de la mantequilla artesanal elaborada por Angélica, el 28 de noviembre a las 12:00 horas en el salón del pueblo de Sosas, habrá una ponencia que contará con la participación de Ana Martínez, perito en empresas, Francisco Balado, historiador y Jesús M. Rodríguez, cooperante en lácteos en la Escuela Agrícola y de Comercio de la Fundación Sierra Pambley. La propia Angélica Fernández cerrará la jornada hablando sobre su mantequilla que está fabricada de forma tradicional, sin conservantes ni ningún otro aditivo, para que su sabor sea de pura mantequilla de vaca, como la que hacían en casa.
La lechería La Popular
La lechería se puso en funcionamiento en el año 1920 y estuvo activa hasta 1968. La Cooperativa Popular de Sosas, sucesora de los primeros brañeros cargados con sus lecheras, transformaba la leche en mantequilla que transportaban hasta Villager para después comercializarla en Madrid en el comercio de la calle Alcala que llevaba por nombre: ‘Mantequerías Leonesas’.
La familia Sierra-Pambley, pionera en este gran proyecto, fue consciente del exceso de leche que se obtenía de la ganadería local, a través de la raza autóctona, la mantequera leonesa. La leche procedente de estas reses, rica en grasas, era la ideal para crear una mantequilla única que pronto sería reconocida a nivel europeo.
Ahora, convertida en museo, recibe muchas visitas turísticas. Los tiempos COVID han hecho que tengan que ser programadas y con cita previa. Sistema que está funcionando a la perfección porque, tal y como confiesa Fernández a Laciana Digital, solo durante este verano han pasado por el inmueble más de 3.000 personas.