El Grupo de Acción Local ‘Cuatro Valles‘ ha procedido este lunes a la entrega de premios de la tercera edición del concurso ‘Crea tu empresa’ en el que han participado 21 alumnos de los centros educativos del territorio Cuatro Valles.
Y tres de los galardonados pertenecen a los institutos de la capital lacianiega. Ainara López, alumna de 4º de ESO del instituto Obispo Argülles de Villablino, primer premio por su proyecto ‘La mina abandonada’ y María Rocío Luis, alumna del Ciclo Formativo de Grado Medio de Atención a Personas en Situación de Dependencia del instituto Valle de Laciana, primer premio con su proyecto ‘Cohousing Jubilados’.
Un segundo galardón recayó en Alba Collar, alumna de 4º de ESO del instituto Obispo Argüelles que presentó al concurso su proyecto titulado ‘Presta’.
Los ganadores del concurso, han obtenido, como premio, un vale por importe de 100 euros para gastar en establecimientos comerciales o de hostelería enclavados en el territorio de Cuatro Valles mientras que los segundos clasificados recibieron un vale de 50 euros, patrocinado por ALECO y Limpiezas LIMCE.
A la entrega de premios en el Ayuntamiento de Villablino acudió la presidenta de Cuatro Valles, María del Carmen Mallo acompañada por el vicepresidente, José García y David González, jurado en el concurso y propietario de la empresa Limpiezas LIMCE. Como anfitrión del acto, el alcalde, Mario Rivas.
Y todos estuvieron de acuerdo en que los proyectos ganadores, presentados en Villablino, reflejan a la perfección todos esos planes que las administraciones locales proyectan para sus territorios. Es la idea que Rivas y Mallo defendieron al unísono en la entrega de premios del certamen.
La presidenta de Cuatro Valles señaló que dichos proyectos son “todo lo que llevamos peleando los alcaldes, y lo habéis plasmado con claridad y lucidez” y continuó diciendo que “un sueño siempre tiene que ser perseguido aunque nuestro entorno piense que estamos locos” porque los sueños “son fundamentales para progresar y avanzar”. Para finalizar su discurso, aseguró que los galardonados han entendido que “esta tierra merece la pena, porque hay proyectos que se pueden desarrollar”.
En la misma sintonía se pronunció el alcalde de Villablino, quien afirmó que, tras conocer las iniciativas premiadas, ha podido concluir que los proyectos que los jóvenes presentaron al concurso son “similares a la idea de desarrollo que planteamos desde el Ayuntamiento”. Son planes “diferenciadores y singulares” que ponen de manifiesto “cuáles son las capacidades de desarrollo que se pueden tener en nuestro municipio”.
Los proyectos
-‘La mina abandonada’. Ainara López. Primer premio. Instituto Obispo Argüelles
El proyecto está basado en una empresa de ocio de Escape Room que ejercería su actividad dentro de una mina abandonada de la comarca de Laciana. La primera fase del proyecto consiste en el acondicionamiento de las instalaciones para que sean totalmente seguras. También se llevarían a cabo visitas guiadas para conocer de primera mano los vestuarios, máquinas de tren, vagones… Visitas que darían a conocer el trabajo dentro del tajo a través de un guía que haya sido minero. Además de generar empleo, el plan ayuda al mantenimiento del patrimonio minero abandonado.
-‘Cohousing Jubilados’. Rocío Luis. Primer premio. Instituto Valle de Laciana
Se trata de un proyecto para un centro residencial dirigido a personas mayores, pero no una residencia al uso, sino que algo así como apartamentos individuales donde los usuarios pueden vivir de manera independiente y aparte disponer de una serie de servicios comunes como fisioterapia, gimnasio, biblioteca, lavandería… En definitiva, un modelo de viviendas comunitarias donde personas mayores, que no sean dependientes, pueden convivir y compartir equipamientos y servicios. El proyecto se realizaría en la antigua residencia de la MSP en Villablino.
-‘Presta’. Alba Collar. Segundo premio. Instituto Obispo Argüelles
El proyecto consiste en una empresa de atención y cuidado a personas mayores que necesitan ayuda para permanecer el máximo de tiempo posible en su entorno habitual. Se les prestarían servicios tanto en su hogar como en sus salidas lúdicas, por motivos de sanitarios o de otros menesteres. También se ofrecería soporte a los familiares. La empresa dispondría de vehículo adaptado para poder transportar a los usuarios tanto a consultas médicas como a excursiones o salidas.