Semana Santa virtual

Dentro de poco, los pasos de la Semana Santa ya no necesitarán costaleros. El imparable contenedor de investigación y avance de las nuevas tecnologías, podría llevarnos al absurdo más absoluto, con aplicaciones que moverán los pasos que todavía se llevan a hombro, sin necesidad de porteadores, instalando en las tallas, las conexiones necesarias para conseguirlo. Podríamos llegar a ver a nuestra imagen más querida y popular “San Juanín” la mañana del encuentro en Viernes Santo, sin Nazarenos que impulsen su carrera, por la plaza de la Encina, en su encuentro con la Virgen. Para mayor esperpento nos imaginamos igualmente, al Nazareno Lambrión Chupacandiles accionando una campana virtual avisando del comienzo de la Semana Santa, o palmas y ramos de laurel accionados desde los móviles en “Domingo de Wifi”, para saludar el recorrido de la borriquilla, a la que por supuesto habrán modificado su apariencia tradicional, para adaptarla a imágenes dimensionadas, con opción de verla rebuznar, con unas gafas en 4D. Deseamos que nunca tengamos que asistir a esta chirigota que ahora presentamos como descabellada, en una de las tradiciones más queridas por los ponferradinos, como es la Semana Santa, pero nunca podemos decir de este agua no beberé, especialmente en las novedades que corren por la red, que tanto bien y mal, pueden ocasionar en la humanidad.

Precisamente, casi temo pecar de sacrílega, si introduzco aquí lo último en tecnología que conecta los penes al móvil por Bluetooth. Lo han leído bien. Un dispositivo que se coloca en la base del pene y que recoge datos, como la velocidad de los empujes, su frecuencia, o la temperatura de la piel. Toda esa información pasa a formar parte de una base de datos de una empresa privada, que ha puesto en marcha esta innovación, de conectar los “pitos” a internet. Falta conocer el alcance de este descubrimiento y si verdaderamente será útil para detectar enfermedades -que no lo sé-,… o infidelidades…¡vaya usted a saber, hay tecnologías que las carga el diablo!. Menuda penitencia tenemos con la maraña de inventos que salen día sí, día también. El año pasado por estas fechas ya estábamos inmersos en plena Semana Santa. Ponferrada contabilizó entonces, 7.800 visitantes al Castillo y a los Museos y vivió siete días de huelga en el servicio de basuras, que dejaron la ciudad sucia y con acumulación de desperdicios. No fue en Semana Santa, pero anduvo cerca. Este año, planea otra huelga en el mismo servicio, y ésta todavía no ha sido desconvocada. Hacemos votos porque así sea, pues ni los ponferradinos ni los que vendrán a visitarnos, tienen que asistir a un espectáculo tan lamentable, en nuestra cita de Interés Turístico Nacional, que es la Semana Santa y que tanto trabajo costó conseguir. Que las tecnologías sigan su curso y que no nos toquen los clarines, con inventos que desvirtúen nuestras tradiciones.