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Con el desconsuelo por un sector aniquilado, Laciana conmemorará el próximo 4 de diciembre la festividad de Santa Bárbara, virgen y mártir del siglo III. Pero este año con la pesadumbre que empaña a la minería. Esa de la que ya se despide una comarca cuyo pasado siempre estará ligado al carbón.
Y precisamente para hablar del pasado del sector, la concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento ha organizado para este día el habitual acto de reconocimiento dedicado a los mineros lacianiegos. En esta ocasión se rendirá tributo a aquellos que nacieron en los años 1944 y 1945. En total, treinta y siete trabajadores de las minas del municipio -treinta y seis hombres y una mujer-, según ha afirmado la edil, Olga Santiago.
El acto, en el que participará también el coro ‘La Ceranda’ , tendrá lugar a partir de las 18:00 horas en el auditorio de la Casa de Cultura, donde se hará un recorrido por la vida laboral y también personal de los homenajeados. Por la mañana, a las 12:00 horas, tendrá lugar la Santa Misa en la Iglesia Parroquial de Villablino, en la que participará la coral ‘Santa Bárbara’. Posteriormente se llevará a cabo la ofrenda de la corona de laurel al monumento del Minero.
La exposición ‘Historia de un presente’
Para poner color a la celebración de Santa Bárbara, el artista lacianiego Miguel Ángel Pérez Uría inaugurará el lunes 3 de diciembre a las 17:00 horas en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura, la muestra de pintura ‘Historia de un presente’ que permanecerá abierta al público hasta el 31 de enero. Una exposición con la que el joven hace un guiño al sector minero. “He querido elaborar una pequeña serie de cinco obras dedicadas al Valle, a la minería. Dos de ellas con una connotación sentimental muy fuerte”. En total, Pérez Uría expondrá veintiocho cuadros pintados al óleo y con carboncillo.
Hay que recordar que este lacianiego, que casualmente lleva el nombre de uno de los mayores genios que ha dado el mundo de la pintura y de la escultura, Miguel Ángel, es el artífice de la pequeña obra de arte que decora el exterior del edificio de la Casa de Cultura de Villablino.
Maestro en técnicas secas como la sanguina y el carboncillo, Pérez Uría domina también a la perfección la tinta china, la cera y el óleo. Sus pinturas son sobre todo figurativas porque se inspira en todo aquello que le rodea; nutriéndose de su propio entorno y plasmándolo así a través del pincel. Y es precisamente esa capacidad de captación la que hace que los retratos que dibuja sean auténticas obras de arte.
De todas maneras, cabe destacar que no es la primera vez que el lacianiego, de Caboalles de Abajo y vecino de Villablino, expone sus obras ya que también ha exhibido sus lienzos en Sierra Pambley y en Caboalles. Ahora el municipio tiene una nueva oportunidad para conocer la obra de este joven que es todo un artista.
