PREMIOS MUJER 2024

Robles de Laciana cobijará parte del legado de Eduardo Arroyo

La gran biblioteca, que Arroyo no pudo ver finalizada en la casona que poseía en esta pedanía lacianiega, acogerá toda su colección bibliográfica
‘El buque fantasma’, el último cuadro de Eduardo Arroyo. / EFE

En Robles de Laciana, en el corazón de la montaña leonesa, el artista Eduardo Arroyo culminaba el 14 de agosto la que sería su obra final, ‘El buque fantasma’, título que ahora pone nombre a la exposición que se exhibe, hasta el 17 de marzo, en el Real Jardín Botánico de Madrid. Una muestra que recoge, además de su última creación, treinta y siete piezas concebidas desde el año 2000 hasta su muerte, a los 81 años, en octubre del pasado año.

Su viuda, Isabel Azcárate, reconoció durante la presentación de esta exposición, que este último cuadro “lo pintó de noche, cuando se encontraba mal y ya no tenía fuerzas, aunque él no se daba cuenta, se levantaba, pintaba y lo terminó, como él quería”. Aunque la muerte le llegó cuando aún “quería seguir viviendo”, cuenta su viuda, su espíritu está presente en esta muestra ya que detrás de cada obra está este pintor, escritor y escultor que se fue con la satisfacción de “haber dicho y hecho todo lo que quería”.

Y así fue como entre junio y agosto de 2018 dio vida en su taller de Robles de Laciana a “El Buque Fantasma”, este último gran último lienzo (200 x 300 cm) inspirado en la famosa leyenda del marinero maldito recreada en la música de Richard Wagner en la ópera “Tristán e Isolda”. Se trata de un cuadro con un gran submarino marrón de ruedas naranjas flanqueado por dos caballitos de mar rojos y con un fondo repleto de máscaras de “Fantomas”, el personaje literario creado por Marcel Allain.

Esta exposición, coproducción de La Fábrica y la Fundación Enaire, con Fabienne Di Rocco como comisaria, pone el broche final a una trilogía expositiva que empezó en 2017 en la Fundación Maeght de Saint-Paul-de-Vence (Francia) y continuó en 2018 en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Durante la presentación de la muestra Di Rocco -uno de los tres herederos de Arroyo junto a su viuda y su hijo- ha contado también que el pintor dejó tras su muerte dos obras inacabadas: “Tres visitadoras en la cocina de Ágatha Christie” y “La bella y la bestia”. En el primero de ellos el lienzo cuenta solo con el retrato de la escritora y en el segundo solo con la cabeza de Lenin (estaba proyectado que también estuvieran Stalin, Mao y Marx). Dos lienzos cuyo final aún desconoce la familia.

Lo que sí ha confirmado la viuda del artista es la apertura, en la casona que el artista poseía en Robles de Laciana y donde pasaba largas temporadas, de una gran biblioteca que acogerá toda su colección bibliográfica y que se unirá a otro deseo: el de mantener los estudios que poseía tanto en esta localidad leonesa como en Madrid. Eso sí, ha matizado, tal y como deseaba el propio pintor, no se creará ninguna fundación con su nombre: “él no quería fundación, lo único que nos dijo era que guardáramos sus cuadros y su biblioteca”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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