PREMIOS MUJER 2024

“Queiman” nuestro latir 

“La naturaleza hace grandes obras sin esperar recompensa alguna” afirmaba Alexandr I. Herzen, demócrata ruso y luchador en contra del absolutismo del S.XIX. Este domingo 15 de octubre un pulmón dejó de respirar. Y también hizo que muchos no pudieran hacerlo.

 

No solo ha sido agua sino que también  lágrimas las que caían en esos cubos. En muchas ciudades demostraron que leyeron a Ford y entendieron bien el concepto de cadenas de trabajo, como los ciudadanos de Vigo y sus aldeas. Antiguos chamanes del sur de América consideraban que  el fuego era (es) un ente respetable. Un alma que en malas manos provocaría el desastre y en las buenas la vida. Y ahí es donde llegamos. El 15 de Octubre ha estado marcado por este ente, que calló en malas manos. Se convirtió en el terror de la noche de muchos. El mounstro que quiero que no venga a verme. Si no es a darme calor.

 

Durante la noche del ya conocido como “Domingo Negro” nacieron de la mano del hombre más de 85 focos de un rojo amenazanante. Y tan amenzante, que el propio ser humano, tuvo que huír del mismo. La sociedad del Noroeste dejó de respirar oxígeno, que nacía en esos árboles. Ahora huele a lo que no tiene vida y tuvo, las cenizas. Cenizas de los pulmones de los montes de El Bierzo, Asturias, Galicia y Portugal. Ophelia, que es un nombre con mucha fuerza, lo demostró también con su llegada al Norte. Fue en muchas ocasiones el motor de distintos focos este huracán.

 

Matalavilla y Silván, dos pueblos bercianos afectados por las llamas

 

Durante la noche del pasado domingo, las bercianas zonas montañosas también temieron por su vida. Y como consecuencia su fauna. -Que ahora llego a la vida animal de nuestro montes… – En el foco de Matalavilla, perteneciente a Palacios del Sil, el fuego llegó hasta las antiguas vías que unían Ponferrada y Villablino. Ha arrasado con todo. Y sin embargo, la madre Tierra ya ha vuelto a empezar a luchar por reconstruirse, sin nada a cambio. Es como un ave fénix. O como varios. Que la Tierra es muy grande.

 

El hábitat del oso pardo y del urogallo afectados

 

Como en toda catastrofe natural, intencionada o no, la fauna también está afectada. Están quemando su ‘casa’, su familia, su hogar. Hasta el momento, el aumento de crías de  oso pardo está funcionando según las Asociaciones que colaboran con la renovación de la especie. Se han podido observar en zonas de cruce del Bierzo Alto. Por otro lado, los urogallos, esa especie que todos nos imaginamos porque hemos visto fotos de ellos en calendarios o imágenes diarias… Sin embargo , pocos en directo se ven. Y si invaden su ecosistema todavía más. El fuego ha intentado acabar con el pulmón del Noroeste.

 

“Harry, no ha muerto, solo son cenizas y quizás tendrás suerte de verlo volver a nacer, es un fénix” así le hacía entender el profesor Dumbledore a Harry Potter y la Piedra Filosofal que un ave fénix renace de sus propias cenizas al poco tiempo. El Bierzo, Galicia, Asturias y Portugal serán el ave fénix que a diferencia de los reales, solo volverán a ver los montes verdes nuestros nietos. O esa es la esperanza.

LUIS BOYA FERNÁNDEZ. 20/10/2017

 

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