La Deportiva no pasó del empate ante el Coruxo (1-1) y vuelve a Ponferrada con un punto que sirve -y sabe- de poco. A los blanquiazules se les volvió a escapar un partido en el último suspiro. Si ante el Somozas un gol ya en el descuento condenaba a los bercianos, en tierras gallegas un gol de André anuló el tanto en propio puerta de Fernando que había puesto a los de Munitis por delante.
La Ponferradina fue de más a menos. En un estadio como O Vao, que obliga a arremangarse, el conjunto berciano renunció a posesiones estériles y apostó por el juego directo.
Munitis volvía a sus orígenes recuperando el clásico 4-4-2 con el que comenzaba su andadura en la Deportiva. Los blanquiazules lograban poco a poco imponerse en la batalla en el centro del campo gracias al derroche de Chavero y a un Cidoncha más activo que de costumbre, pero no conseguían acompañar su superioridad de ocasiones.
Media hora hubo que esperar al primer tiro a puerta, una volea de Fernando que Dinu atrapaba sin problemas, mientras que la Deportiva, con el balón parado como principal arma, no lograba rematar sus acercamientos al área.
Con unos y otros pensando ya en el descanso, llegó el tanto de la Deportiva. Menudo ponía un balón envenenado en un córner que Fernando terminaba introduciendo en su propia portería.
Con ventaja en el marcador, en la segunda mitad se vio una Ponferradina muy diferente. El Coruxo, obligado a llevar la voz cantante, fue encerrando a los blanquiazules en su área. Dinu salvaba el empate en el minuto diez de la segunda parte y confirmaba que a los bercianos les iba a tocar sudar.
El sufrimiento no tuvo final feliz. Parecía que la Ponferradina empezaba a estirarse, acariciando el gol con un remate de Pallarés que terminaba en el poste, pero a poco más de cinco minutos para el final, André aprovechaba un rechace y batía a Dinu con un disparo desde la frontal, un jarro de agua fría al que la Deportiva fue incapaz de reaccionar.
