La pedanía de Robles de Laciana ha querido rendir tributo a una de sus vecinas más longevas, Antonia Calzada, quien el pasado jueves 26 de abril, cumplió nada más y nada menos que 100 primaveras. Arropada por sus dos hijas, Antonia llegaba al salón del pueblo de Robles; de su pueblo, en el que lleva residiendo desde el año 1946. Toda una vida. Allí le esperaban sus familiares, amigos y vecinos que no quisieron perderse una celebración tan especial -organizada por la Junta Vecinal del pueblo- en la que el alcalde pedáneo, José Méndez le hizo entrega de un ramo de flores y de una placa conmemorativa, al igual que el edil de Cultura del Ayuntamiento de Villablino, Ángel Gutiérrez quien regaló a la cumpleañera una lucida figura en forma de urogallo en la que podía leerse “porque cien años no es nada”.
Antonia Calzada, natural de Senra -Omaña- tiene dos hijas, cuatro nietos y un bisnieto que ya viene en camino. Visiblemente emocionada, confesó sentirse agradecida por el homenaje. Y es que a pesar de cumplir un siglo de edad, admite que de salud se encuentra muy bien. Con especial cariño recuerda sus tiempos de maestra, precisamente en Robles de Laciana, donde ejerció esta profesión durante muchos años. Por sus aulas pasaron alumnos de entre seis y dieciséis años. “Cuando comencé a dar clase tenía 80 niños”, añadió orgullosa la cumpleañera.
En definitiva, una tarde muy amena en la que el pueblo disfrutó de un rico pinchoteo, eso sí, a la salud de doña Antonia. ¡Y que sea por muchos años más!.