Nila Quindós Martín-Granizo, afincada en Laciana, ha sido la primera finalista de la segunda edición del concurso ‘Desafío Mujer Rural’ con su empresa ‘De osos y colmenas’, un proyecto de apicultura ecológica.
El concurso ha sido promovido por el Instituto de la Mujer en colaboración con la Escuela de Organización Industrial y está cofinanciado por el Fondo Social Europeo, dentro del Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades.
Este certamen está dirigido a mujeres emprendedoras del mundo rural de toda España. Mujeres que, con sus proyectos, contribuyen a fijar población y a llevar adelante iniciativas generadoras de empleo en un ámbito tan castigado. La selección se ha realizado durante meses y las cinco finalistas han tenido que superar cuatro duras fases de selección en las que se valoraba la solidez del plan de empresa.
El premio y los diplomas fueron entregados por Julia Cerón, directora del Instituto de la Mujer, y Mario Garcés, Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, dentro del Acto Institucional “Mujeres Referentes”.
De osos y colmenas
Nace de la pasión por la apicultura y de la firme creencia de que las salidas laborales al mundo rural se encuentran en sus propios recursos naturales. “La Reserva de la Biosfera del Valle de Laciana es un territorio idóneo para, con esmerada dedicación, producir productos apícolas de calidad excelente”, tal y como asegura la propia premiada. En este entorno privilegiado Nila siempre tuvo claro que había que apostar por un producto ecológico de calidad.
‘De osos y colmenas’ afronta el reto de crecer abriéndose a nuevas vías de explotar el fruto de las abejas. A través de modernas herramientas de desarrollo de productos y venta, aprendidas en diversos cursos de formación, pretende abrir mercados con nuevos productos, cálidos y muy poco conocidos, así como dar a conocer el Valle y el apasionante mundo de la apicultura a través del apiturismo.
“La diversificación de productos serán un generador de empleo, así como un dinamizador de la comarca”, según señala. El compromiso ecológico, la investigación, la innovación y el diseño son los pilares fundamentales de este proyecto que espera implique a muchos sectores de la comarca. Y es que, tal y como ha añadido la premiada, este proyecto aporta un valor añadido a los productos apícolas, además de una estabilidad en los ingresos en los años en los que la cosecha se vea mermada por causas naturales. “Imaginación, innovación, ecología y un diseño moderno y atractivo irán de la mano en estos productos de uso cotidiano”, matiza Nila Quindós Martín-Granizo.
En definitiva y en palabras de la propia premiada es “una ilusión por aprovechar lo que nos es cercano y propio con el afán de dar una segunda vida a recursos que corrían el peligro de caer en el olvido”.