MINERÍA

Orallo exige que se cumpla el plan de abandono minero desde Calderón al Feixolín

El alcalde pedáneo denuncia que existen diez bocaminas sin cerrar y alrededor de doce escombreras sin restaurar, con el consiguiente peligro que ello conlleva

La Junta Vecinal de Orallo está harta de esperar un plan de abandono para las explotaciones mineras que fueron ocupadas por la mercantil Coto Minero Cantábrico en este pueblo, es decir, desde Calderón a los grupos de El Feixolín. Una pelea que se inició, tal y como ha asegurado el alcalde pedáneo Ángel Nava, ya en el año 2012 pero no fue hasta 2017 cuando la propia Junta de Castilla y León, concretamente la delegación territorial -servicio territorial de Industria, Comercio y Turismo de León-, emitió una resolución instando a la administración concursal de CMC a que adoptara una serie de medidas de seguridad para dichas instalaciones mineras, si bien, ahora mismo, el plan de abandono es responsabilidad de la Junta de Castilla y León, tal y como ha asegurado Nava.

El pedáneo insiste en la importancia de que se cumpla dicha resolución para evitar peligros o accidentes innecesarios, dado el estado de total abandono que sufren estas explotaciones mineras. Diez bocaminas sin cerrar, chimeneas sin rehabilitar y alrededor de doce escombreras sin restaurar, ha cuantificado el alcalde. De hecho, Nava ha incidido en que la única medida que se ha adoptado es la ubicación de una tela “más o menos fuerte” que rodea el pozo Calderón.

La resolución de 2017

La delegación territorial requería que de forma inmediata, la administración concursal, procediera al cierre efectivo de todas las bocaminas del grupo Calderón, de forma que se impidiera el acceso físico al interior de las galerías, si bien, el alcalde pedáneo matiza que en estos momentos los responsables es la propia Junta de Castilla y León.

También exigía que se colocasen carteles de prohibición de paso y advertencia de peligro tanto en los accesos a las plazas de las bocaminas como en aquellos accesos o pistas que supongan un riesgo. Por último solicitaba que se llevase a cabo el saneo de las zonas afectadas por hundimientos y repises que afectan a las pistas y a los accesos de los diferentes niveles de la mina.

Los antecedentes

La denuncia partió el 28 de febrero de 2017 de la propia Junta Vecinal de Orallo cuando se puso en conocimiento de la delegación territorial de León que una vez producía la caducidad de la autorización de ocupación, concedida primeramente a la empresa MSP y posteriormente traspasada a CMC, las instalaciones mecánicas y las construcciones de obra civil se encuentran en un estado ruinoso, suponiendo un peligro para las personas. Asimismo, las escombreras tampoco se han recuperado, lo que supone un deterioro del medio ambiente en relación a los acuíferos y a la flora de la zona. Tal es el estado de abandono que sufren las instalaciones mecánicas y las construcciones de obra civil, que la Junta Vecinal advirtió que su aprovechamiento se limitará al achatarrimiento.

Hay que recordar que la empresa Coto Minero Cantábrico, ahora en concurso de acreedores, es titular de la concesión donde se ubica por una parte, el sector de interior de Calderón, que además de incluir las instalaciones de la plaza e instalaciones donde está el castillete, también incorpora diversos accesos al exterior de las bocaminas de las galerías de los diferentes pisos o niveles y por otra parte, el sector de interior de ‘El Feixolín’ donde se encuentran otras instalaciones similares -bocaminas, accesos a las mismas y naves-. Ambas, en una situación de abandono absoluto con el consiguiente peligro para las personas y para el medio ambiente.