El pasado sábado unos excursionistas localizaban un oso muerto en las cercanías de la localidad de Moal, en el concejo asturiano de Cangas del Narcea, dentro del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias y a las puertas de la emblemática Reserva Natural Integral de Muniellos. El cadáver se encontraba en una pedriza y había sido parcialmente devorado por otros animales, aunque los restos existentes permiten considerar que la muerte del animal ha sido relativamente reciente.
El Seprona de la Guardia Civil y el Principado de Asturias están investigando en la zona para recoger toda la información y retirar los restos del oso. Una patrulla de la Fundación Oso Pardo (FOP) se ha desplazado hasta allí para apoyar en los trabajos.
Por el momento, no se puede determinar la causa de la muerte y habrá que esperar a los resultados de las investigaciones y de la necropsia pertinente. Este es el segundo oso muerto que aparece en los últimos meses en esta misma zona, ya que el 9 de septiembre de 2016 se encontró otro ejemplar recién muerto en el camino de acceso a Tablizas, en la Reserva Natural Integral de Muniellos, y la posterior necropsia confirmó que había muerto como consecuencia de un disparo.
También el 27 de noviembre apareció una osa adulta muerta en un lazo en el municipio de Peranzanes en León. Si se confirma la causa humana como origen de la muerte de nuevo oso, “será realmente una noticia muy preocupante y un grave precedente después de años de esfuerzos de conservación y de concienciación social para la aceptación del oso como un elemento fundamental y muy positivo en la Cordillera Cantábrica”, afirman desde la FOP.
“Desde la Fundación Oso Pardo (FOP) vamos a pedir al SEPRONA, al Principado de Asturias y a la Fiscalía de Medio Ambiente que no se escatimen esfuerzos para la investigación y resolución de este caso, y nos personaremos como acusación particular en las diligencias judiciales que puedan tener lugar”, añaden.
Fapas denuncia que no hay medios técnicos para las necropsias
Desde Fapas, además, el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes, en Asturias, señalan además sobre la necropsia del último oso hallado muerto que ésta se va a realizar sin medios técnicos. “La ausencia de medios y la realización de necropsias que no ayudan al esclarecimiento de las causas reales de osos muertos en la Cordillera Cantábrica, es una estrategia bien planificada y asumida institucionalmente desde hace años para eludir responsabilidades ante la obligación legal de proteger a los osos, al tratarse de una especie prioritaria en peligro de extinción”, afirman.