Nuccio

Noble es el homenaje a los maestros que influyen en nuestras vidas. Albert Camus dio pistas de grandeza con su profesor  de la infancia Louis Germain, recién concedido el Premio Nobel de Literatura en 1957. Es un referente de la literatura epistolar. Pero, sobre todo, la constatación de un recuerdo con mucho de sagrado, a personas que marcan la existencia desde la tribuna atemporal de las aulas, o desde una obra didáctica, que suple los rostros y la dialéctica  por  la paz de alma de mecerse en la lectura entre líneas.

Claro que recuerdo con cariño a mis maestros de tiza y encerado. No más de cinco. Y, por supuesto, uno o dos por encima de todos. En mi niñez, el hermano Felipe; en mi juventud, don Primitivo. Pero en los estadios de la madurez, solo le conocí por la lectura convulsiva de unas ideas que no pueden tener fecha de caducidad si nuestra sociedad pretende conservar las virtudes morales de prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

No otro que  Nuccio Ordine, el profesor calabrés  del que hace un mes recibí con alegría la noticia de la concesión del Premio Princesa de Asturias de las Humanidades, y que hace un par de días, otra nueva, de índole radicalmente opuesta, me azotó con el latigazo de su fallecimiento repentino.

Nuccio Ordine se convirtió en un vocero de desiertos cuando proclamó ante el mundo el tesoro que es la búsqueda del conocimiento por el mero placer de saber. Ordine supo de lo que escribía y hablaba. Infancia y juventud en un pueblo de la región más depauperada de Italia: Calabria. Contó que en ese lugar no había local alguno con mínimo guiño a la cultura: ni cine, ni biblioteca, ni librería, ni siquiera bar, donde pelar la pava sobre la cotidianidad. Sus ansias de cultura, en un entorno, de estrecheces y necesidades, fue una continua lucha por el enriquecimiento moral, el que da acceso a los placeres intangibles del pensamiento crítico. En su frontal, la pelea a brazo partido contra las instrumentalizaciones culturales con el único objetivo de la rentabilidad económica. El disparate de la enseñanza orientada al negocio

La utilidad de lo inútil, una especie de oxímoron, es su obra más conocida y una auténtica revelación para mi persona y la búsqueda de verdades lejanas al teorema contemporáneo dominante de tanto (dinero) tienes, tanto vales. Lean a Nuccio Ordine, un maestro de la más difícil asignatura: la vida.

ÁNGEL ALONSO