Finalmente, a pesar de que algunas comunidades, entre ellas Castilla y León, habían mostrado su disposición a endurecer las medidas contra la propagación del COVID-19 de cara a la Semana Santa, el Consejo Interterritorial de Salud acordó este miércoles junto a las autonomías mantener el documento inicialmente aprobado y no aplicar adelantos en el cierre de establecimientos y comercios no esenciales ni en el toque de queda.
De este modo, en Castilla y León entrará en vigor este viernes, 26 de marzo, el Acuerdo adoptado por el Consejo de Gobierno del pasado martes, que mantiene el toque de queda entre las 22 y las 6 horas y limita las reuniones en espacios públicos a cuatro personas (salvo convivientes), si bien en las terrazas de los bares podrán juntarse hasta seis personas. En el ámbito privado, las reuniones se limitarán a convivientes.
Asimismo, quedan prohibidas las celebraciones de eventos masivos que impliquen aglomeración o concentración de personas y las muestras físicas de devoción o tradición en todo tipo de celebraciones.
Aplicación de las restricciones de Semana Santa
Estas restricciones comenzarán a aplicarse este viernes, 26 de marzo, y se prolongarán hasta el 9 de abril. Además, el Acuerdo recoge que no se modificará el nivel de alerta, que actualmente está en el 4, hasta pasada la Semana Santa.
