Laciana rinde tributo a las mujeres ganaderas del Valle

Son un pilar básico para el buen funcionamiento de la economía del mundo rural, ellas, las mujeres ganaderas que nunca, o casi nunca, han visto reconocido el papel que han desempeñado y siguen desempeñando en el sector. Así que con motivo de las jornadas de la Mujer, la asociación ‘Nazaret’, con el apoyo del Ayuntamiento de Villablino, ha querido reivindicar la importante función de estas mujeres en el mundo ganadero mediante un acto que congregó a un nutrido grupo de féminas de Laciana que se han dedicado o se siguen dedicando a este oficio.

Algunas de las más veteranas del grupo como Concepción López o Elita Álvarez han reconocido que las actuales generaciones lo tienen algo más fácil. “Ahora es todo más moderno y por tanto menos trabajoso, por ejemplo, en antaño se ordeñaba a mano porque las ordeñadoras no existían”, apunta Álvarez. Un duro trabajo que, tal y como han reconocido ambas, desenvolvían a la perfección. “Nuestro maridos trabajaban y éramos nosotras las que solucionábamos todo”.

Al otro lado, las más jóvenes del grupo como Tania Santamarta, una lacianiega al frente de una explotación extensiva de ganado vacuno que, además, forma parte del colectivo ‘Ganaderas en red’, sí, ese mismo que el pasado verano copó los medios de comunicación con una particular versión de la canción ‘Despacito’ plagada de frases como “que hay otra vida fuera de la ciudad, que además de urbe hay mundo rural”. La joven fue la encargada de explicar al público asistente el cometido de este grupo -de unas 140 pastoras y ganaderas de extensivo de toda España, que nació hace un par de años- que no es otro que, precisamente, reivindicar el papel de la mujer en la ganadería a través de las redes sociales. La joven Santamarta se embarcó en esta aventura “por la crisis económica de la zona” aunque a la vez admite que siente especial predilección por el mundo ganadero en el que se vio envuelta desde que nació.

A su lado, otra joven de la zona, Arancha Santiago, quien confiesa que la ganadería es un oficio duro pero “lo fue mucho más en antaño”. Aún así la lacianiega reconoce que a este sector “hay que mirarlo desde una perspectiva de futuro para la zona”. Santiago regenta una empresa de turismo activo con una pequeña granja en Caboalles de Abajo “para que las futuras generaciones no olviden lo que toda la vida fue una explotación ganadera”, ha matizado. Todas ellas y otras tantas, formaron parte de una tarde para la reivindicación, entonada, como no podía ser de otra forma, a ritmo de vaqueiradas.