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La séptima edición de la carrera de montaña ‘Villablino Trail’ volvió a ser todo un éxito este domingo. El buen ambiente, el deporte y la deportividad reinaron en una prueba más que consolidada, organizada por el Ayuntamiento de Villablino, con Daniel Fernández como impulsor y promotor.
Compitieron corredores de primer nivel, como Manuel Merillas, que este año, al igual que en 2022 y también en la tercera edición, volvió a hacerse con el primer puesto del podio. Marcó un magnífico tiempo de 00:42:02 pero no logró superar su propia marca del año pasado de 00:41:23. El segundo en cruzar la línea de meta fue Rodrigo Vicente Pascual, de Soria. Lo hizo dos minutos después que el de Valseco. El tercer cajón fue para Álvaro González, madrileño afincado en Asturias, quien llegó a meta muy pegado a Vicente Pascual.
En féminas, la murciana afincada en Asturias, Marta Martínez, batió todos los récords de la prueba, registrando un espectacular tiempo de 00:50:34 y reduciendo en más de tres minutos y medio su propia marca de 2022. Martínez venía de disputar carreras a nivel internacional pero quiso cerrar la temporada en Laciana. El segundo lugar fue para la leonesa, Celia Lorenzo, incondicional de la Villablino Trail, quien paró el crono en el minuto 00:57:22. El bronce se lo llevó la también leonesa Estelita Santín, apuntando un tiempo de 01:00:07.
Asimismo, se repartieron galardones por categorías; senior femenino y masculino, veteranas ‘A’ femenino y masculino, veteranas ‘B’ femenino y masculino y veteranas ‘C’ femenino y masculino. Además, en la clasificación por equipos, fue el club asturiano FEMPA quien se alzó con el premio.
En el ámbito local, la medalla de oro fue para Pedro Pinillas, la de plata para Manuel González y la de bronce para Óscar Lombardero. En féminas, el primer puesto se lo llevó Soraya García, el segundo Martha Patricia Cauich y el tercero Rebeca Pérez.
Las valoraciones de la jornada
El promotor de la Villablino Trail, Daniel Fernández, se mostró más que satisfecho con el resultado de esta séptima edición, que reunió a participantes de todo el país. Hubo 230 corredores. Andarines fueron 185.
“Todos marcharon muy contentos y dándonos ánimos para seguir haciendo la prueba. Se lo pasaron genial porque la Villablino Trail es una carrera pequeña en la que intentamos acoger a todo el mundo”, apuntó Fernández, quien también hizo referencia a que la presencia de Rubén Nembra, como speaker, “supone un sello de calidad para la prueba. Animó la carrera y el acto de entrega de premios. Es ya el speaker oficial de la Villablino Trail”.
El único, pero importante obstáculo, al que se enfrentó el evento deportivo, fue la climatología. “No es lo mismo correr en seco y con buena meteorología que lloviendo y con todo lleno de barro. De ahí que los tiempos aumentaran respecto a ediciones anteriores”.
Y con el éxito más que conquistado, Fernández ya ha avanzado que intentarán “sacar adelante la octava edición de la carrera, trabajando en ello con ilusión, para que sea aún mejor todavía”.
Por su parte, el alcalde, Mario Rivas, reconoció “estar viviendo un sueño, porque cuando iniciamos esta prueba, conjuntamente con Dani y su gente, ni ellos ni nosotros como Ayuntamiento imaginábamos tener un día como el de hoy, con un evento más que consolidado, con corredores de primer nivel y con una afluencia de público masiva“.
Amén de que la Villablino Trail hace que Laciana esté “completamente repleta”. Por lo que el compromiso del primer edil es “seguir apoyando y apostando por la carrera”.
En la misma línea se mostró el concejal de Deportes, Jose Saavedra, quien una vez más, volvió a insistir en la importancia de celebrar este tipo de eventos “que ayudan a promocionar Laciana desde el ámbito deportivo. Nos colocan en el mapa”.
En definitiva, la Villablino Trail está más que consolidada, porque sus organizadores y promotores miman la prueba hasta el mínimo detalle, porque logra reunir a un elevado número de participantes y porque cuenta con el encanto añadido de la belleza paisajística otoñal de la zona. Todo ello sin hablar del buen sabor de boca que deja entre los corredores y los andarines.
