Desde hace días, estos dos osos, una cría de oso y un oso adulto, (en ocasiones solo el oso adulto), acuden, cada noche, a la zona conocida como “la fábrica” y sus inmediaciones, en Villaseca de Laciana.
“Da igual la hora; pueden ser las once de la noche o las cinco de la madrugada”, tal y como ha explicado el alcalde pedáneo de esta localidad, José García, quien se encontró cara a cara con uno de los ejemplares.
“Alertado por los ladridos de mi perra, salí a la calle y me encontré a uno de los ejemplares a tan solo cinco metros de mí. El oso me miró durante unos segundos, se dio media vuelta y se alejó sin más”, según ha relatado el alcalde pedáneo.
Pero José García no ha sido el único testigo presencial de tan curiosas visitas que se suceden cada noche. “Algunos vecinos de Villaseca también los han visto merodear por las calles”.
No hay duda de que estos plantígrados acuden a los pueblos en busca de fruta madura. “Hace escasos días, de madrugada, un ejemplar de oso, se adentró, saltando, a una finca cerrada y destrozó un cerezo”.
Pero la mayor sorpresa para el alcalde pedáneo fue encontrarse a “una cría de oso, con la cabeza alzada apuntando hacia un cerezo en el que se encontraba encaramado otro ejemplar adulto que intuimos sea la madre del osezno”.
José García cree que la solución pasaría por “plantar más árboles frutales en las zonas donde viven los osos, para así evitar que tengan que adentrarse a los pueblos en busca de fruta”.
Las reiteradas visitas de los osos a los pueblos de la comarca han suscitado curiosidad entre sus habitantes. Algunos, deseosos de poder contemplar a los plantígrados; otros con temor por las reacciones de estos animales.
Villaseca de Laciana se une así al resto de pueblos de la comarca que ya han recibido la visita de los osos. Hace días, y por tercer año consecutivo, era El Villar de Santiago. Otros años fueron las pedanías de Robles de Laciana y Llamas.
