ARQUEOLOGÍA

Los nuevos trabajos en el castro de La Muela amplían el conocimiento del pasado romano de Laciana

Los hallazgos se han producido durante la última intervención arqueológica efectuada en esta zona en el marco del campo internacional de voluntariado “Laciana 2018: Recuperación del Patrimonio Histórico"
Nuevas estructuras halladas en el último campo de voluntariado llevado a cabo en el castro de La Muela

La intervención arqueológica llevada a cabo en el castro de La Muela (Rioscuro), en el marco del campo de trabajo “Laciana 2018: Recuperación del Patrimonio Histórico-Arqueología” finalizó la pasada semana con el descubrimiento de nuevas estructuras domésticas y de un notable conjunto de objetos correspondientes a la ocupación romana del asentamiento. Los trabajos, dirigidos por los arqueólogos Rubén Rubio Díez y Mauro Martín López, se desarrollaron en paralelo en dos áreas próximas dentro del recinto amurallado.

En la zona abierta ya en julio de 2017, en el marco del  anterior campo de trabajo (que suponía la vuelta de este tipo de actividades a la comarca desde el último realizado diez años antes), se finalizó la retirada de los depósitos arqueológicos de forma que se pudo comprobar la existencia de una estructura de planta cuadrangular, ya detectada parcialmente el año pasado, y definir una serie de niveles que parecen corresponder al arrasamiento de un hábitat previo al de época romana altoimperial.

Por otro lado, el trazado de un nuevo sondeo en un área más cercana a la muralla ha permitido reconocer una nueva construcción en piedra asociada a materiales cerámicos correspondientes también a los dos primeros siglos de la presencia romana, con las típicas producciones de terra sigillata hispánicaEl detallado análisis de los restos hallados, tanto estructurales como cerámicos, deparará un mejor conocimiento del asentamiento en lo relativo a su morfología urbana y fases de ocupación, en unos trabajos que se prevé continuar para el año próximo.

Los trabajos, coordinados desde el Ayuntamiento de Villablino a través de su Centro de Información Juvenil, se enmarcan en la convocatoria de losCampos de voluntariado juvenil 2018” por parte de la Dirección General del Instituto de la Juventud de la Junta de Castilla y León, gracias a la cual jóvenes de seis países distintos (desde Rusia a Italia pasando por Kazajistán, Turquía y Francia, además de España) han podido colaborar en la investigación arqueológica de este emblemático yacimiento lacianiego.

Actividades complementarias al campo de voluntariado

Las actividades de ocio complementarias, realizadas por las tardes, tuvieron como objetivo principal el conocimiento de la cultura de la zona, afianzar las relaciones del grupo y disfrutar del tiempo libre y de la magnífica naturaleza de la comarca. Se realizaron así excursiones a diferentes lugares de interés turístico y etnográfico, actividades en la naturaleza (senderismo por la Braña de Mumián en Somiedo, escalada en el rocódromo de Villablino, espeleología en la Cueva Ensancha de Lumajo, bicicleta de montaña por la Ruta Verde, tiro con arco, acampada con ruta interpretada “El País de las Brañas”), así como talleres de cultura tradicional de Laciana (deportes, cocina, repostería y bailes) y otros más diversos (malabares, pulseras, cabuyería y bailes latinos).

No faltaron las visitas al Centro de Interpretación del Urogallo en Caboalles de Arriba, al Aula Geológica de Robles y por supuesto al Aula Arqueológica de Rioscuro, junto con la visita a un centro de Centro de Apicultura en Sosas de Laciana. Otras actividades de las que pudieron disfrutar los voluntarios fueron los deportes de grupo y la celebración de fiestas como la noche folk, parrillada, queimada…., todo ello con la voluntad de que los jóvenes participantes, de entre 18 y 25 años, pudieran gozar durante su estancia de dos semanas en Villablino de una experiencia lo más completa y enriquecedora posible.