Los encerrados sostienen que la gerencia del centro hospitalario amenaza con “llamar a la policía” para desalojarlos por utilizar para sus comidas una zona alejada del aparcamiento que se considera “privada”, ordena dejar las luces encendidas por la noche y mantener al máximo el aire acondicionado.
Afirman que se les ha instado a abandonar la protesta porque con ella contribuyen a que “no venga personal médico” SEGUIR LEYENDO EN BIERZODIARIO