El número de accidentes provocados por animales en las carreteras de Castilla y León casi se ha duplicado en la última década, al pasar de los 6.587 siniestros contabilizados en 2012 a los 12.501 del 2022. Este dato supone que casi siete de cada diez accidentes de tráfico que se registran en la Comunidad están provocados por animales. En total, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), estos siniestros dejaron en el último año un fallecido y 97 víctimas.De los 19.040 siniestros de tráfico registrados en la Comunidad el pasado año -17.288 con daños materiales y 1.752 con víctimas-, 12.501, el 66 por ciento, fueron provocados por animales. No obstante, este porcentaje sube hasta el 84 por ciento en la provincia de Soria, al 75 por ciento en Burgos y al 70 por ciento en Palencia. Por el contrario, Salamanca, con un 47 por ciento es la provincia donde los animales tienen menos influencia en los accidentes, seguida de Ávila (51 por ciento), Valladolid (53 por ciento), Segovia (61 por ciento), Zamora (62 por ciento) y León (65 por ciento).
Para el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, el incremento del número de accidentes provocados por animales responde al “abandono” del monte y la generación de ecosistemas en los que animales como corzos y jabalíes han sido capaces de incrementar su tasa de natalidad, pero también a una regulación que ha limitado mucho el número de ejemplares de caza mayor que se pueden abatir. Aunque reconoció que en los últimos años se ha venido registrando un incremento de los cupos de caza mayor, Iturmendi argumentó que esta subida no ha sido suficiente para un control efectivo de ciertas poblaciones. Además, también reclamó que el aumento de cupos venga aparejado de una mayor agilidad a la hora de conceder los permisos y una ampliación de los periodos de caza permitidos.
Pero además de los accidentes de tráfico y de los cuantiosos daños que provocan en los cultivos, Iturmendi advirtió que el problema más grave al que se puede enfrentar Castilla y León y España es a la posibilidad de que un brote de peste porcina afecte a los jabalíes,algo que la convertiría en “incontrolable”.
Al mismo tiempo, denunció la falta de medidas eficaces en materia de seguridad vial y criticó que en España no se sigan pautas que se vienen aplicando desde hace años en países europeos con buenos resultados. En este sentido, resaltó que son muy pocas las carreteras, incluso las vías más modernas, las que cuenta con pasos de fauna, y también reprochó la falta de señalización de los ‘puntos negros’ donde se producen más accidentes. “Son de sobra conocidos por la DGT, ya que animales como los jabalíes siempre cruzan las carreteras por los mismos sitios y a las mismas horas”.
Por su parte, el coordinador de Proyectos de RACE, David Fernández, reconoce que desde la pandemia el número de accidentes provocados por animales se ha incrementado como consecuencia de una menor actividad cinegética, pero destaca que el verdadero problema es la indefensión que sufren los automovilistas a raíz de los cambios legislativos y que han alterado el sistema de responsabilidad de este tipo de accidentes.
En este sentido, Fernández argumenta que no es lógico que cuando el accidente es causado por un perro que se escapa de su dueño el responsable del siniestro sea el can, mientras que si se trata de un jabalí o de un corzo, el responsable siempre es el conductor y no el coto de caza, salvo que haya tenido lugar una batida. Además, también coincide con Iturmendi en la necesidad de mejorar la señalización en ciertos puntos de paso.
Provincias
En cuanto al número de accidentes registrados el pasado año, Burgos se situó en cabeza con 2.935, por delante de León (2.279), Soria (1.866) y Zamora (1.173). En el extremo opuesto aparece Ávila, con 581 siniestros, seguida de Salamanca (622), Segovia (980), Valladolid (1.010) y Palencia (1.051).
Por especies, el corzo es el animal más implicado y está detrás de 7.203 siniestros, por delante del jabalí, con 3.275. Después aparecen los ciervos (571), perros (443), zorros (277), aves (128), tejones (118) y ganado vacuno (94).
Carretera
Por carreteras, la más peligrosa es la N-122, que cruza por las provincias de Zamora, Valladolid, Burgos y Soria, que el pasado año acumuló 510 accidentes con víctimas, por delante de la N-234, que atraviesa la provincia de Soria y finaliza en Burgos capital, que sumó 443 siniestros. En tercer lugar aparece la N-110, que arranca en San Esteban de Gormaz y cruzar las provincias de Soria, Segovia y Ávila, donde se contabilizaron 318.
Después aparece la CL-626, vía que une el puerto de Cerredo, en el límite provincial entre Asturias y León, con la localidad palentina de Aguilar de Campoo, con 216 accidentes con animales implicados. Además esta carretera fue la que más víctimas contabilizó con cuatro. En quinto lugar se encuentra la N-120 (León y Burgos), con 202 siniestros, seguida de la CL-116 (187) y la N-525 (156).