508 héroes; 500 mineros que caminaron hasta Madrid y ocho hombres que se encerraron durante 51 días en la profundidad del Pozo Calderón. Son los héroes de muchos hijos, de muchos padres y de muchas esposas. Hoy se han reencontrado en el auditorio de la Casa de Cultura de Villablino en una sala repleta, no solo de lacianiegos, sino de sentimientos y de recuerdos.
Aquellos hombres, valientes, forjados en la mina, echando la vista atrás, se han mostrado emocionados. Y es que fueron durante semanas los héroes que llenaron páginas y páginas de periódicos de tirada nacional e incluso internacional.
Innumerables textos e imágenes de 1992 que, grandiosamente, recogió en un vídeo la directora de la Escuela Municipal de Música, Cristina Astiárraga. Un audiovisual que arrancó lágrimas y recuerdos entre el público asistente.
Especialmente emotivo fue el acto para los encerrados en Calderón: Manuel Lastra, Guillermo Murias, Luciano Leiguarda, Alfredo García, Adolfo Bernardo, José Luis Lago, Enrique Pancorbo y José Manuel Bruzos.
Todos coincidieron en señalar que de aquel encierro, se han llevado siete amigos. Una amistad que se forjó en la profundidad del pozo y que, 25 años después, aún pervive en el tiempo.
Uno de esos encerrados, el que fuera, años después, alcalde de Villablino, Guillermo Murias, confesó que con las movilizaciones de 1992 y las que vinieron después, se ganó una “batalla” aunque admitió que “la guerra del carbón” aún está por vencer “porque el futuro no está escrito”.
Aún así el ex sindicalista lanzó un claro mensaje: “es necesario levantar el ánimo y buscar la unidad entre Ayuntamientos, representantes políticos y sindicatos. Trabajar conjuntamente si queremos ganar el futuro”.
Junto a estos 8 valientes, estaban también, algunos de los 500 mineros que partieron hasta Madrid. Entre ellos Rodrigo Rodríguez. Visiblemente emocionado destacó, de entre todos sus recuerdos, ese reencuentro entre el medio millar de participantes en la marcha y los encerrados. “25 años después aún me emociono al recordarlo. En playeros, muertos de frío y con mucha nieve fuimos a sacar a los compañeros del pozo. Fue algo inolvidable”.
Marcelino Martínez, otro de los 500 héroes, confesó que hoy ha sido una jornada de reconocimiento a Laciana, “por haber hecho posible la marcha negra”.
Fueron 508 héroes respaldados por una comarca al completo a la que hoy se rindió tributo por su implicación, por su solidaridad, y por su espíritu de lucha. Una marcha negra que se contará generación tras generación y que ya está escrita en la biografía de Laciana.