Tengo la gran suerte de vivir en León y la desgracia de observar a una provincia castigada por el severo pasotismo y servilismo de los políticos que dirigen sus destinos.
Después de muchos años escuchando a estas personas, pertenecientes a las diferentes formaciones que componen el abanico político de esta provincia, como alardean de proyectos de envergadura, como los publicitan en los medios y como se jactan de ello en época electoral, quedan pocas palabras para definirlos, entre ellas, irresponsables.
“La pasividad es absoluta” León, a día de hoy tiene lo que se merece, ¿saben por qué? no somos una sociedad reivindicativa, somos una sociedad acomodada. Vemos con cierta distancia y mucha complacencia como se escapan las oportunidades hacia otros lugares, esperando que alguien reaccione, que alguien se plante, y diga, hasta aquí hemos llegado. Circunstancia que a día de hoy no se ha producido y mucho me temo que se vaya a producir.
Por dar alguna pincelada, ¿se acuerdan de Biomédica, Antibióticos, Elosua, Talleres de Renfe, Centro Regulador de Trafico de Adif, Ciuden, Minería, Ave (una sola vía) Túneles de Pajares, F.E.V.E., Palacio de Congresos, Autovía Valladolid, Aeropuerto, Polígono Torneros, Caja España etc.? Por si todo esto era poco, la petición de un polígono agroalimentario para Valladolid, me deja sin palabras.
Los recursos económicos que las diferentes administraciones han enviado a este territorio no se ven reflejados en la reestructuración de los sectores más importantes de esta provincia. Es loable crear infraestructuras, polígonos, todo lo que ustedes quieran, pero Señores hay que dotarlos de contenido. Proyectos industriales importantes, de momento, ninguno. Leon es un territorio con muchísimos recursos, agrarios, ganaderos, minerales, hídricos, energéticos y porque no decirlo, humanos. ¿Qué está pasando? Para que, con estos precedentes, la economía leonesa este estancada, olvidada, sin futuro.
Hay que luchar para que esta tierra no se quede descolgada, económica, tecnológica e industrialmente, urge que las propuestas, sean escuchadas en las instituciones (Ayuntamientos, Diputaciones, JCyL, Gobierno Central y UE) que nuestros representantes dejen de sestear, arrimen el hombro y a trabajar. Mi opinión, entre las muchas que puede haber, es que la gestión de todo tipo de recursos por parte de los representantes institucionales (Políticos), no es mala, es lo siguiente, nefasta.
Es complicado, puede levantar ampollas, pero créanme, es necesario decirlo, a nuestros políticos les robaron descaradamente la cartera, no ahora, hace ya mucho tiempo. Cuando debieron de “gestionar lo que la sociedad leonesa demandaba”, se plegaron a las estrategias de partido, ni que decir tiene que no fueron capaces, de dar un paso al frente, levantar la voz, dar la cara, decir simple y llanamente, no, esto no se mueve de aquí. Claro, cuando se vive acomodado, apoltronado y debes tu sillón al partido que representas, haces el “paripé” hasta la extenuación.
Los Sindicatos, si no entorpecen, apoyan a los trabajadores y se adaptan a la realidad que vive la sociedad del siglo XXI, sería suficiente.
A los empresarios leoneses, tienen que darles las suficientes garantías administrativas los suficientes apoyos institucionales, como para que, vuelvan a ver con claridad las posibilidades que ofrece esta tierra. Queda demostrado que es muy productiva, y lo suficientemente atractiva como para realizar inversiones importantes. En sus manos está la importantísima tarea de recuperar la maltrecha economía de esta provincia.
Tenemos que creer que nuestros jóvenes no solo pueden estar entre los mejores, sino, que son los mejores. Para eso, nuestra Universidad debe de estar entre las primeras del país y algunas de sus Facultades deben de volver a ser referentes a nivel internacional. El deber de esta sociedad es ofrecerles la oportunidad de que puedan vivir y trabajar en su tierra, si así lo consideran.
Me resisto a pensar que la sociedad leonesa no sea capaz de reaccionar, no podemos estar siempre “lamentándonos” viendo como pasa el tiempo, las oportunidades, sin que nadie diga, qué pensamos, dónde estamos, qué queremos. A partir de ahí hay que comenzar a construir un futuro diferente. Lo primero que debemos es creernos que somos un pueblo capaz de revertir cualquier situación, por muy adversa que esta sea. Un pueblo emprendedor. Un pueblo con una historia digna de mención, por refrescar la memoria a alguno, León es la cuna del parlamentarismo. No es posible que las Cortes Regionales estén en Valladolid y no estén en León. Un pueblo que, a pesar de los reveses sufridos en la historia más reciente, como es la elaboración del mapa Autonómico actual, podemos dar soluciones y proponer una nueva reorganización Territorial (sin dividir España) que nos proporcione mejoras, sin perjudicar a los demás.
León languidece lentamente, es importante poner en marcha los mecanismos para que esta sociedad recupere con orgullo, todo lo que en las últimas décadas ha perdido. Recuperemos nuestra gente, el campo, la industria etc. Tenemos derecho a equivocarnos, pero también tenemos derecho a darnos una nueva oportunidad.
Decía Albert Einstein, “La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Sin crisis no hay desafíos la vida es una rutina. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo es viento es caricia”.
Señores, el futuro no debe de estar en manos de nadie, debe de estar en nuestras manos, ¡Luchemos por León, nuestra tierra!
Fdo.: Jose Fernández Aller