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Castilla y León contaba a 1 de enero de 2018 con 2.418.556 habitantes, una cifra que exactamente un año más tarde se había reducido hasta los 2.408.083 ciudadanos, es decir, 10.473 personas menos, lo que supone un descenso del 0,43 por ciento, lo que sitúa a la Comunidad a la cabeza autonómica en pérdida de población en términos absolutos y entre las más destacadas en términos porcentuales. Por el contrario, la población en España aumentó en 276.186 personas durante 2018 y se situó en 46.934.632 habitantes a 1 de enero de 2019.
La Comunidad perdió habitantes, sobre todo por el saldo vegetativo negativo, que fue de 14.199 personas, el segundo mayor en España por detrás de Galicia, donde el balance total de nacimientos menos defunciones fue de 15.854 personas. Por su parte, Castilla y León registró un saldo migratorio exterior de 7.925 personas, pero perdió 4.099 habitantes en favor de otras comunidades.
Los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que en 2018 la población creció en 13 comunidades autónomas y se redujo en el resto. Los mayores incrementos en términos relativos se dieron en Baleares, con un 1,79 por ciento (1.187.808); Comunidad de Madrid, con un 1,4 por ciento (6.640.705) y Canarias también con un 1,4 por ciento (2.207.225).
En el otro extremo, los descensos de población más acusados se dieron en el Principado de Asturias, con un 0,52 por ciento menos (1.022.293); Extremadura, con un 0,47 por ciento menos (1.065.372) y Castilla y León, con un 0,43 por ciento menos (2.408.083).
En términos absolutos, Castilla y León fue la Comunidad más afectada por la pérdida de población, seguida del Principado de Asturias, con 5.331 habitantes menos; Extremadura, con 5.082 ciudadanos menos, Galicia, con 1.819 habitantes menos; y Ceuta, que perdió 366 habitantes.
Castilla y León perdió población en ambos sexos, aunque de forma algo más acusada en el caso de los hombres. Los datos de comienzo de 2019 indican que había 1.189.018 varones y 1.219.065 mujeres, con un descenso de 5.474 hombres y de 5.000 mujeres respecto al 1 de enero de 2018.
El envejecimiento sigue siendo una de las características principales de la población en la Comunidad, ya que a 1 de enero de este año eran 607.521 los mayores de 65 años, es decir, 4.551 más que un año antes, lo que en términos porcentuales se traduce en el 25,2 por ciento de la población de Castilla y León.
Saldos migratorios
El saldo migratorio interior hizo perder 4.099 habitantes a la Comunidad en favor de otros territorios de España, la segunda Comunidad más afectada por este tránsito, por detrás de Andalucía, que perdió 6.374 ciudadanos en detrimento de otras comunidades. La Comunidad de Madrid fue un año más la Comunidad más beneficiada en estos movimientos, al recibir a 7.307 personas de otras comunidades, seguida de la Comunidad Valenciana, que sumó 3.728 personas; o Baleares, que incrementó su población en 3.686 ciudadanos.
El número de ciudadanos extranjeros creció en el último año en 6.034 personas en Castilla y León, mientras que la población española cayó en 16.507 personas en ese mismo periodo de tiempo. El mayor número de población extranjera a 1 de enero de 2019 era de países de la Unión Europea, a pesar de la pérdida de 239 ciudadanos de estos territorios. El mayor incremento de población extranjera en Castilla y León se dio de ciudadanos procedentes de Sudamérica, con 3.255 más, y se Centro América y Caribe, con 1.240 personas más que un año antes.
Provincias
Todas las provincias de Castilla y León sufrieron en 2018 un descenso de población, con especial virulencia en el caso de la provincia de León, que perdió 3.542 personas (462.566 habitantes) y de Zamora, que perdió 2.283 personas (173.649). Otras provincias con una pérdida poblacional importante fueron Salamanca, con 1.343 menos (332.296) y Palencia, con 1.096 ciudadanos menos (160.699).
Los menores descensos se registraron en Ávila, donde se perdieron 692 personas (159.340); Burgos, con 607 ciudadanos menos (355.473); Valladolid, con 447 habitantes menos (520.388); Segovia, que perdió 275 habitantes (154.112); y Soria, que perdió 178 ciudadanos el año pasado (89.560).
