Las temperaturas se desplomarán hasta 15 grados por una masa de aire muy frío procedente de latitudes altas

En lo referente a Laciana se esperan máximas que no superarán los 18 grados durante el fin de semana. Las mínimas se desplomarán hasta los 3 grados

El tiempo cambiará abruptamente a partir de este viernes en la mayor parte de España debido a la llegada de una masa de aire muy frío procedente de latitudes altas. El descenso de temperaturas será de 10 a 15 grados en las máximas y de 5 a 10 grados en las mínimas si se comparan los valores previstos de este jueves con los del sábado. El domingo incluso podrían bajar un poco más.

No en vano, la caída de temperaturas entre el jueves y el sábado será de 10 a 15 grados en 29 capitales de provincia: Logroño y Soria (15 grados menos); Ciudad Real, Teruel, Toledo y Vitoria (14); Albacete, Ávila, Burgos, Cuenca, Palencia, Pamplona y Segovia (13), y Guadalajara, León, Madrid, Valladolid y Zamora (12); Cáceres, Jaén, Lérida, Salamanca y Zaragoza (11), y Bilbao, Córdoba, Gerona, Granada, Huesca y Oviedo (10). Ese ‘zarpazo otoñal’ hará que los termómetros marquen menos de 20 grados en zonas del norte, como Vitoria (17); Burgos, León, Oviedo, Segovia y Soria (18), y Ávila, Lugo, Palencia y Pamplona (19).

En lo referente a Laciana se esperan máximas que no superarán los 18 grados durante el fin de semana. Las mínimas se desplomarán hasta los 3 grados. A partir del lunes las temperaturas irán nuevamente en ascenso.

“Hablamos de temperaturas inusualmente bajas para la época del año en la mayor parte de nuestro país, especialmente en la mitad norte y centro peninsular. En esas zonas, los termómetros tanto de día como de noche se quedarán tanto de día como de noche con valores entre 5 y 10 grados por debajo de lo normal durante todo el fin de semana”, apuntó Rubén del Campo, portavoz de la Aemet.

Además, Del Campo subrayó que “la atmósfera mostrará signos de inestabilidad como consecuencia del paso de una vaguada en niveles altos”. Se trata de una lengua de aire frío que, por las bajas temperaturas y la circulación del aire en su entorno, favorece la aparición de lluvias y chubascos.