Después de más de 25 años las piscinas de la capital lacianiega han recuperado el servicio de cafetería, una pequeña alternativa de negocio para los meses estivales, tal y como ha confirmado el alcalde, Mario Rivas. Este era el tercer año consecutivo que desde el Ayuntamiento se sacaba a licitación el bar-kiosko y ha sido, en esta ocasión, cuando se ha adjudicado. El bar, que ya se encuentra funcionando, ofrece bebida, helados, bollería y golosinas, bocadillos y perritos calientes, pizzas, ensaladas, sandwiches y parrilladas y paellas por encargo.