PREMIOS MUJER 2024

Las obras del voladero para urogallos tienen nuevo adjudicatario: la empresa Audeca SLU

Los trabajos tuvieron que salir a licitación nuevamente después de que la compañía Carlos Calvo S.L renunciase a ellos en el primer proceso
Imagen virtual del Voladero de Urogallo Cantábrico (VUC). / FUNDACIÓN PATRIMONIO NATURAL DE CYL

Ya tiene nuevo adjudicatario. Las obras para la construcción del voladero para urogallos de Caboalles de Arriba han sido adjudicadas, tal y como ha podido averiguar Laciana Digital, a la empresa Audeca S.L.U. por un importe de 174.013,63 euros -impuestos incluidos-, siendo, por tanto, la oferta más económica presentada al proceso de licitación promovido por la Fundación Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León. Después de formalizarse el contrato, como fecha límite el 9 de septiembre, la compañía dispone de cinco meses para acometer los trabajos.

Cabe recordar que es la segunda licitación que se lleva a cabo para contratar estas obras ya que en el primer concurso el adjudicatario, Carlos Calvo S.L, renunció a la actuación. A este nuevo proceso se presentaron cuatro empresas, entre ellas Imeva Infraestructuras S.L, compañía que en estos momentos, y desde mediados del mes de julio, está acometiendo las obras de construcción del edificio polivalente en Caboalles de Arriba, en la zona aledaña al actual centro del urogallo, mismo recinto en el que se pretende asentar el futuro voladero, sin embargo la oferta económica presentada por esta empresa fue más alta, concretamente de 183.214,85 euros.

Las obras

El Voladero del Urogallo Cantábrico (VUC) se proyecta dentro del recinto del Centro del Urogallo de Caboalles de Arriba. Se emplazará en la esquina sureste de la parcela, donde la topografía es más pronunciada y la vegetación existente es más abundante. Este aspecto adquiere gran importancia ya que se mantendrán los árboles existentes y se reutilizarán para completar el sistema de mástiles que soportarán la malla con la que se cubrirá el voladero.

El pequeño edificio se plantea como un mirador hacia el interior del voladero, en el que se desarrollará un ecosistema artificial similar al espacio natural donde vive esta especie de ave galliforme. La actuación se realizará sobre 197 m2 del edificio y 520 m2 del recinto donde habitarán los urogallos.

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