La Junta de Castilla y León acordó hoy iniciar la desescalada cuando la ocupación media de las ucis de los hospitales de la Comunidad sea del 35 por ciento de enfermos de COVID, lo que considera que puede ocurrir la próxima semana para levantar las medidas excepcionales de reapertura de la hostelería de interior, centros comerciales y deportivos.
El Consejo de Gobierno extraordinario y monográfico aprobó hoy el acuerdo de calendario para la desescalada, que mañana se publicará en el Bocyl, con el que, como manifestó el vicepresidente y portavoz, Francisco Igea, se pretende dar “certidumbre” a los sectores más perjudicados dentro de los “vaivenes” de la pandemia.
Las medidas, a análisis cada dos semanas
Durante la rueda de prensa telemática, que comenzó con más de una hora y media de retraso, Igea recalcó que las medidas se analizarán cada dos semanas y no se avanzará más rápido, ya que el umbral estará en la ocupación de las ucis y en el descenso paulatino y estable de los contagios.
Así el primer umbral para iniciar la relajación de las medidas excepcionales -cierre de la hostelería de interior, centros comerciales y gimnasios- será que la ocupación de las ucis en Castilla y León esté en el 35 por ciento, luego se avanzará en las provincias cuando sus unidades de críticos estén en el 25 por ciento, siempre cada dos semanas y con una incidencia acumulada estable y descendente.
De esa manera, el acuerdo pasa por recorrer todos y cada uno de los criterios que marca el semáforo aprobado en octubre por el Consejo Interterritorial de Salud, para ir conforme a su bajada paulatina en sus niveles, ya que en este momento la Comunidad está en el nivel de alerta 4 (granate). “Se bajará despacio cada escalón y con prudencia, no se darán saltos de forma alocada”, resumió.
A día de hoy la ocupación de camas de cuidados críticos por casos de COVID-19 está en el 40,74 por ciento, pero Igea manifestó que en una semana, cuando se reúna el Consejo de Gobierno para evaluar la evolución, se puede llegar al 35 por ciento para levantar las medidas restrictivas impuestas en esta tercera ola.
Precisamente, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, advirtió, durante la rueda de prensa, que la ocupación en ucis es alta, con 220 ingresados en las unidades de cuidados intensivos, lo que supone uno de cada tres de los pacientes atendidos en los complejos hospitalarios de la Comunidad por el virus.
Igea reconoció un cambio en la desescalada de esta tercera ola en relación a la segunda, cuando las provincias pudieron avanzar si cumplían dos indicadores del bloque uno y uno del dos en los mismos niveles, pero argumentó que han visto que las provincias que en ese momento flexibilizaron las medidas han sido ahora de las más afectadas por el rebrote. “No queremos que esto nos pase”, indicó.
“Lo que queremos para todas las provincias es que vayamos bajando paulatinamente en todos los niveles que refleja el ‘semáforo’ y no andar dando saltos de manera alocada, si fuéramos dando saltos de nivel cuatro a nivel dos pudiera ser que nos encontrásemos, dada la situación epidemiológica y la alta contagiosidad en una situación muy inestable, con unos hospitales sin capacidad de atender a los pacientes”, explicó.
Por último, concluyó que esa es la opinión de la Junta y también del comité de expertos y de los expertos en salud pública. “Vamos a seguir el camino de relajar las medidas despacio, progresivamente y atendiendo a nuestra capacidad hospitalaria y a la evolución de la incidencia”, zanjó.