“Viajando al [futuro]”, la iniciativa para desarrollar estrategias para un turismo sostenible a través de la participación ciudadana, concluye su trabajo en el Valle de Laciana estos días. A través de la participación de diferentes agentes locales –entre los que se encuentran empresarios, asociaciones culturales, técnicos de la administración, instituciones públicas u hosteleros–, la iniciativa ha sentado las bases de un programa piloto sustentado en un convenio de colaboración entre la Diputación de León y el Ayuntamiento de Villablino. El convenio, que se encuentra ultimando detalles legales, tendrá una duración de 24 meses y contará con una persona encargada de dinamizar y coordinar todas las acciones que comprende.
A través de tres sesiones de diseño participativo desarrolladas durante los últimos meses, los agentes locales han definido los objetivos del programa, qué acciones se deben acometer para conseguirlos y han boceteado un cronograma para las mismas. Las principales líneas de trabajo del programa piloto para los próximos 24 meses son:
- El crecimiento de la economía local a través de la circularidad.
- La medición de datos y análisis de la actividad turística para respetar lasostenibilidad.
- La promoción de la cultura y la identidad, así como del patrimonio natural e industrial del Valle de Laciana.
- La colaboración e interlocución entre entes públicos y privados, hasta hoy sin canales oficiales de comunicación y colaboración.
La cooperativa vasca TIPI, especialista en el diseño de procesos de transformación ciudadana, es la impulsora de “Viajando al [futuro]”, junto con la empresa alemana Future Probes. El proyecto recalaba en Laciana el pasado 2022 para desarrollar su primera fase. En ella, un grupo de habitantes del Valle imaginó cómo querían que fuese el turismo en Laciana a través de la prospección de futuros.
Una de las impulsoras del trabajo de investigación de la empresa Tipi, Oihane Fernández de Retana, explica que este proyecto “consiste en cartografiar (ubicar en un mapa sistemas o estructuras conceptuales y elementos de una misma clase o categoría) actores en cada territorio, organizar encuentros participativos en cada localidad para idear escenarios futuros, evaluar de manera colaborativa cada uno de estos posibles escenarios y, finalmente, divulgar uno o varios relatos de ficción que reflejen estos sentimientos y perspectivas”. Con la finalidad de crear una red de actores, para fomentar un cambio a nivel nacional que permita seguir trabajando en el futuro en “la formulación de políticas y acciones concretas”, que impulsen o hagan posibles esos cambios que se proponen. El proyecto lo han planificado en tres territorios distintos del país: Lanzarote, San Sebastián y Laciana. En cada región, se ha invitado a personas del sector turístico que se consideran clave para avanzar “hacia escenarios más sostenibles y deseables en el turismo local”.
Las ideas clave extraídas de la primera fase han sentado las bases del programa piloto, que comenzó a desarrollarse en septiembre de 2023 con un proceso de investigación y con el compromiso de colaboración del Ayuntamiento de Villablino y la Diputación de León.
Otro modelo de turismo es posible
Con este programa piloto se quiere demostrar que otra manera de desarrollar el turismo es posible, delegando en la población local su control y evitando fenómenos perniciosos como la filtración turística. En palabras de Ane Abarrategi, cofundadora de TIPI y responsable del proyecto: “Un turismo bien hecho (sostenible, local) puede aportar mucho a las economías locales, contribuir a la protección del medioambiente, del patrimonio cultural, la distribución de la riqueza… Pero, ¿puede la industria turística cambiar de rumbo?”.
La actual situación habitacional en muchos puntos del estado español, los accesos colapsados a parajes naturales que son atractivo turístico o las tasas de pobreza de regiones eminentemente turísticas han copado la actualidad mediática este verano; también ponen de manifiesto que la mentalidad crecentista, basada únicamente en indicadores macroeconómicos, es la que impide que los destinos avancen en una dirección sostenible. Para Abarrategi: “El turismo responsable y sostenible puede y debe empezar por el reconocimiento y atención a las necesidades de las comunidades de destino. Tiene que fundamentarse en una gestión equilibrada de las necesidades de los visitantes, los residentes, el medio ambiente y la economía.