Laciana “se quema” con el carbón de importación

El carbón de Laciana, mineral por excelencia del Valle, no tiene cabida ni para el Gobierno ni para las propias centrales térmicas pero, desde hace días, los lacianiegos soportan como vehículos pesados deambulan a sus anchas por el término municipal de Villablino cargados de carbón de importación.

Son camiones procedentes del puerto gijonés del Musel que se dirigen hacia la térmica de Compostilla invadiendo la comarca como ya lo hicieron en el año 2015.

Una situación que provoca el hartazgo de Laciana y de sus gentes, ante todo reivindicativas, y como muy bien explicaba en las últimas horas el propio alcalde, Mario Rivas, “muy sensibilizadas con la problemática del sector minero”.

Los lacianiegos viven este desplante con indignación. Y lo comentan, a través de las redes sociales y también a pie de calle. Mineros sin trabajo desde hace meses, y el carbón de Laciana con un futuro incierto y un pasado lleno de dificultades.

Pero la realidad, hoy, es esa. Caravanas de camiones que atraviesan, y no precisamente a velocidades moderadas, la Avenida de Asturias de Villablino.

Una realidad que es inadmisible, de entrada, por la rapidez con la que circulan estos vehículos pesados, ello junto con la impotencia y frustración que genera el hecho de que el carbón de Laciana no se queme mientras que los que sí se queman son los lacianiegos.

Y esa misma frustración es la que ha mostrado hoy el presidente del Comité de Empresa de Astur Leonesa, Pablo Ménguez, quien ha confesado, que él mismo, ya se puso en contacto, hace días, con la subdelegada del Gobierno en León, María Teresa Mata, para hacerle llegar el malestar general de la gente ante esta situación.

Para Ménguez es intolerable que “esté pasando, por delante de nuestras narices, el carbón de importación y nosotros, que tenemos el producto en la zona, no podamos trabajar”.

A la petición del presidente del Comité de Empresa se unía la de Mario Rivas, quien envió ayer un escrito, también a la subdelegación del Gobierno en León, solicitando que esos vehículos pesados circulen por otros itinerarios, tal y como se llevaba haciendo últimamente.

Para el alcalde, también minero, es primordial evitar el tránsito de estos camiones por la capital lacianiega ya que pueden provocar “graves incidentes” como los acontecidos en el año 2015, según ha recordado Rivas.

En la línea de seguir manteniendo esa paz social que hasta ahora reinaba en la comarca, el regidor se ha mostrado preocupado. Y es que Rivas teme que el tránsito de estos camiones enturbie el clima de tranquilidad que se respira “pese a que el sector minero está atravesando el peor momento con una gran crisis que afecta a los trabajadores”.

Y no solo eso, sino que el alcalde señaló que ya son muchas las quejas que han llegado al Ayuntamiento contra esos convoyes, de hasta 15 camiones seguidos, que cruzan Villablino e impiden el tránsito normal de los lacianiegos.

La situación ha provocado el profundo enfado del alcalde quien se ha mostrado contundente lanzando un claro mensaje de “basta ya”.

“No queremos ese carbón circulando por nuestra comarca. Nuestras empresas están cerradas, nuestros trabajadores al ERE o en la calle y el Gobierno sin tomar una decisión clara sobre qué hacer con el carbón nacional”.

Ante este clima de crispación, de momento, contenida, tanto Ménguez como Rivas, que se han dirigido a la Subdelegación del Gobierno en busca de una solución, coinciden en destacar la buena predisposición que ha mostrado la subdelegada ante esta problemática, comprometiéndose a hacer, todo lo posible, por atajar el asunto.

Sea como sea, esta situación, no es de recibo. No para una comarca como Laciana.

Las represalias

No es la primera vez que la comarca vive con indignación el tránsito de estos camiones por Villablino.

En el año 2013, por ejemplo, centenares de vecinos, protagonizaron, desde las 07:00 horas, un corte de carretera, pacífico, en la CL-626, concretamente en la Avenida de Asturias, para impedir el paso de los vehículos pesados cargados con carbón de importación.

Las protestas se fueron sucedieron, también en el año 2015, con duros enfrentamientos entre los piquetes mineros y los propios camioneros: lunas rotas, carbón vertido en la calzada…

Una situación que desembocó en sanciones económicas que se impusieron a dos de los mineros acusados de volcar la carga de carbón de importación que transportaban dos camiones, en este caso en el año 2013, cuando circulaban por la CL-626, en el término municipal de Villablino.

No es de recibo. No para una comarca como Laciana.