En un escenario inigualable, La Casona de San Miguel y como cada primer fin de semana de agosto, lacianiegos y visitantes revivirán las antiguas tradiciones de la comarca en un auténtico Mercáu Tsacianiegu que se trasladará al siglo XX. Y para cumplir con este propósito se llevará a cabo la elaboración de jabón tradicional -Asociación de Mujeres Nazaret- o de morcillas y chorizos -Asociación de Mujeres Buenverde-.
Y precisamente para recrear este mercado lacianiego se ubicarán en el entorno de La Casona una serie de puestos artesanales en los que se podrán adquirir desde mermeladas hasta artículos en punto de cruz, cuero o madera, bisutería, cremas y lociones naturales etc. También, los más pequeños tendrán su espacio en este evento en el que podrán participar en un taller de pintacaras mientras que los más mayores disfrutarán de varias actuaciones musicales a cargo de Manolo Garrido y Vilo y el grupo ‘Piértigu’.
‘La boda Tsacianiega’, una tradición
Pero si hay un acto por excelencia en este Mercáu es la boda Tradicional Tsacianiega que tendrá lugar el domingo 6 de agosto a las 13:00 horas en la iglesia de San Miguel. La ceremonia estará acompañada por los cantares con pandero cuadrado a cargo de Olvido y Rosi y parejas del grupo de bailes del Centro de Día de Personas Mayores de Villablino. Al finalizar el casamiento, la comitiva se trasladará a La Casona donde habrá bailes del país y se repartirá la tradicional recha de mantequilla.
Serán los lacianiegos Tilo Pardo -91 años y de Villablino- y Nora Sotorrío -85 años y de Caboalles de Abajo- los que darán el sí quiero; el mismo que les unió aquel 26 de noviembre de 1955 en Caboalles de Abajo. El padrino y la madrina de esta boda, al más puro estilo lacianiego, son los hijos del matrimonio, Rafael e Isabel, aunque, sin lugar a duda, sus dos nietos serán dos de los invitados más especiales de la ceremonia.
Tilo Pardo es muy conocido en la comarca de Laciana ya que durante mucho tiempo fue el cartero que cada día llevaba las cartas a los lacianiegos. De hecho trabajó para Correos durante 47 años. Además, su gran afición al ciclismo le llevó a participar en numerosas pruebas de este deporte -tanto dentro como fuera de la comarca- y ser además ganador de algunas de ellas.