Laciana e Igüeña se hermanan al calor del fisuelo

Por tercer año consecutivo, el Valle de Laciana celebró el día de Santa Bárbara rindiéndose a su dulce más renombrado con el Festival de Exaltación del Fisuelo, que reunió a cerca de 500 comensales con el cómico Leo Harlem como mantenedor. Como es habitual, el acto sirvió también para homenajear a los mineros del Valle, en este caso a los nacidos en 1954, pero este año sumó la novedad del acto de hermanamiento entre los municipios mineros de Villablino e Igüeña.

El alcalde de Villablino, Mario Rivás, destacó durante la recepción de invitados que “Santa Bárbara es una seña de identidad para nuestro municipio, una forma de entender la vida y de afrontarla. Lamentablemente no tenemos minas pero sí el legado que nos ha dejado la minería, y queríamos ponerlo en valor haciendo una gala de exaltación de un plato tan típico como el fisuelo, vinculado a este municipio incluso antes que la minería”.

Respecto al hermanamiento con Igüeña, Rivas señaló que “antes había una barrera con el Bierzo y ahora somos vecinos, lo que es un placer, porque juntos tenemos un potencial inmensamente mayor. Igüeña ha pasado por lo mismo que nosotros y tenemos los mismos objetivos. Los ayuntamientos mineros tenemos una pecualiridad, que cuanto peor están las cosas, más fuertes nos hacemos. Ahora abrimos un nuevo camino de trabajo en común que espero que sea muy fructífero”.

Por su parte, el regidor de Igüeña, Alider Presa, coincidió en que “antes venir a Villablino sonaba a muy lejos, pero cosas como la presidencia de ACOM nos han unido y estamos encantados. Sois un pueblo amigo, nos une el pasado y el presente, y ojalá nos pueda unir algo en el futuro porque aunque sois de Laciana y tenéis vuestras particularidades, son más cosas las que nos unen y tenemos que aprovecharlas”.

Un mantenedor “de lujo”

Mario Rivas definió a Leo Harlem como un “mantenedor de lujo” para el Festival del Fisuelo y el humorista, de raíces lacianiegas y bercianas (su padre es de Caboalles y él nació en Matarrosa), recogió el encargo “encantado” y se comprometió a “ayudar para futuras ediciones porque es importante que estas cosas no se paren”.

Harlem bromeó con que “últimamente me están dando muchos premios, no sé si habré hecho algo mal” y sentenció que “el fisuelo está rico”, por lo que “haré todo lo posible por promocionarlo y también a Villablino e Igüeña, que su alcalde, por cierto, es clavado a Hagi el que jugó en el Madrid”.

Finalmente, confesó que “soy leonés de nacimiento y viví muchos años en Valladolid y ahora en Madrid, pero en casa seguimos manteniendo las costumbres y seguimos comiendo igual que aquí: un botillito en Navidad y Año Nuevo, y ahora, cuando vaya con el fisuelo, pues fisuelo”.