Es el carbón de la “esclavitud”. Así han definido hoy los sindicatos comarcales al carbón de importación durante la lectura del manifiesto que puso punto y final a la concentración convocada en la Avenida de Asturias para protestar contra el paso de vehículos pesados que portan este mineral.
Una protesta que reunió a los lacianiegos en esta calle que es, desde hace semanas, el trayecto elegido por muchos camiones que realizan diariamente la ruta desde el puerto gijonés del Musel hasta las térmicas leonesas.
Y precisamente hoy el tránsito de estos camiones no ha cesado, sin embargo, los transportistas sí han modificado el horario en el que cruzan la comarca para evitar coincidir con la movilización.
Esta situación produce el rechazo de la sociedad lacianiega que hoy se ha concentrado para pedir al sector del transporte que no sea cómplice en la compra del carbón de importación y para reivindicar que el mineral autóctono junto con la reindustrialización sean el futuro de las cuencas mineras.
La protesta ha contado con la presencia de jubilados, prejubilados y jóvenes desempleados, entre otros.
Junto a ellos, también se encontraba el portavoz de IU en el Ayuntamiento de Villablino, Raúl Álvarez, quien calificó de “tomadura de pelo a los lacianiegos” el paso de estos camiones. “Es una provocación, no solo para nuestra comarca sino que también para los Ayuntamientos colindantes que están en la misma situación”.
Pero fueron los sindicatos comarcales, UGT, CCOO y USO quienes convocaron esta movilización en tono pacífico que se repetirá el lunes 13, el miércoles 15 y el viernes 17, de la próxima semana, a la misma hora, de 12:00 horas a 13:00 horas, y en el mismo lugar, la Avenida de Asturias.
Fue el secretario comarcal de CC.OO, Omar García quien reconoció, al finalizar la concentración, que “sería importante que en las próximas protestas se dieran cita más personas que hoy, porque al fin y al cabo es un problema social de toda la comarca”.
Asimismo, durante la lectura del comunicado, los sindicatos solicitaron al colectivo del transporte “sensatez y empatía” con el municipio con el fin de no generar “más indignación de la ya existente”.
A su vez criticaron al carbón importado alegando que “no genera riqueza y es extraído sin cumplir unas mínimas medidas ni de impacto medioambiental ni en materia de seguridad y derechos laborales”.
Los alcaldes mineros se unieron a la protesta
Visitaron Laciana con motivo de la reunión que la Asociación de Comarcas Mineras celebró en Villablino.
A la cabeza de ellos, Mario Rivas, quien aseguró que “no se entiende que en un municipio como Villablino, con minas y empresas del sector, no se saque carbón ni se cumpla con el plan 2013-2018, mientras vemos pasar hasta 100 camiones por delante de nuestras casas”.
En ese sentido, el regidor insistió en que la protesta se celebró “contra el tránsito de carbón de importación, no contra el sector de transportistas”.
Por su parte, Mari Paz Martínez, alcaldesa de Fabero, insistió en que el Gobierno continúa sin aclarar cuál será el futuro de las cuencas mineras.
La regidora considera incomprensible que la Diputación provincial y la Junta de Castilla y León permitan el tránsito de estos vehículos pesados por carreteras que son de sus competencias, “ocasionando no solamente daño moral sino que también el perjuicio que causan en las propias vías”.
También acudió a la concentración, el alcalde de Matallana de Torio, José García, quien advirtió que las comarcas mineras tan solo piden “justicia social y económica con un sector que ha sido nuestra forma de vida y nuestra cultura durante años”.
Francisco Castañón, alcalde de la Pola de Gordón, señaló que las cuencas mineras “viven en un claro declive, se respira una desilusión absoluta”. Desde su punto de vista, cree que el carbón sigue siendo “medioambientalmente sostenible porque contamina menos que otras cosas que se queman en las térmicas”.
A su entender, el mineral también es “económicamente y socialmente indispensable. El carbón nacional ha de seguir viviendo, no es una cuestión de pedir limosna”.
Semanas de indignación
La polémica se inició, semanas atrás, cuando los camiones comenzaron de nuevo, al igual que hace años, a transitar por Laciana. Posteriormente, el alcalde de Villablino solicitaba que los vehículos pesados utilizasen trayectos alternativos para evitar el paso por el municipio y por ende que antiguos conflictos entre los mineros y los transportistas volvieran a repetirse.
Días después, la patronal asturiana del transporte confirmaba que, de forma provisional, los camioneros utilizarían esas vías alternativas hasta que el conflicto se resolviese.
Nada más lejos de la realidad ya que, si bien es cierto que el número de vehículos pesados que pasan por Villablino ha descendido, aún son muchos los que cruzan la comarca.