Si el pasado mes de abril eran los escolares del colegio San Miguel quienes se acercaron al centro sociosanitario ‘Valle de Laciana’ para visitar a ‘sus abuelos adoptivos’ ahora han sido los propios residentes del geriátrico los que ‘han vuelto a la escuela’ y se han trasladado a las instalaciones del centro educativo. Allí les esperaban ‘sus nietos adoptivos’ para guiarles por el colegio y compartir todos juntos la exposición de objetos antiguos que los padres y madres del centro les habían organizado.
Y son abuelos y nietos adoptivos porque ya en diciembre se produjo un apadrinamiento simbólico entre niños y mayores. A cada alumno de 6º de Primaria del colegio San Miguel se le asignó un padrino del centro sociosanitario lo que formó lazos de unión entre ahijados y padrinos, que se han mantenido vivos durante meses con el intercambio de correspondencia.
La visita de los abuelos al colegio ha culminado el proyecto intergeneracional, aunque desde el centro ya han avanzado su deseo de proseguir con el programa durante el próximo curso. En el reencuentro, los mayores han podido ver, de la mano de sus ahijados, cómo es un colegio de hoy en día. Además, también hubo sitio para el intercambio de regalos. Los alumnos entregaron a sus abuelos un portafotos, elaborado por ellos mismos, con una imagen de recuerdo protagonizada por padrinos y ahijados. Los abuelos por su parte obsequiaron a los pequeños con un dibujo y una carta.
También visitaron la exposición ‘Los abuelos vuelven al cole’; una muestra -que contó con la colaboración del AMPA del centro- creada con objetos que han aportado los propios alumnos y que se inauguró con motivo de esta especial visita aunque estará abierta al público hasta el próximo jueves 22 de junio.
Dos citas más
Este proyecto intergeneracional, emprendido desde el departamento de terapia ocupacional del centro sociosanitario, promueve la interrelación entre niños y mayores como una oportunidad para compartir ejercicios, juegos y experiencias. El primer encuentro entre padrinos y ahijados tuvo lugar el pasado mes de diciembre con la realización de un taller de adornos navideños en el centro sociosanitario. En estas mismas instalaciones, en abril, se produjo un segundo acercamiento con un taller, en esta ocasión, de repostería. Sin duda, es una iniciativa que crea fuertes vínculos entre dos generaciones muy diferentes, pero muy necesarias entre sí.
