La Vaqueirada triunfa en Caboalles a pesar de la lluvia

Y el cielo no perdonó. Caboalles de Abajo se despidió de sus fiestas en honor a San Bartolomé bajo la intensa lluvia que hizo acto de presencia, especialmente, cuando el desfile de carrozas, peñas, charangas y asociaciones discurría por las calles del pueblo. Pero ni el diluvio fue capaz de detener el acto más esperado por todo buen vecino de esta pedanía: la vaqueirada.

Es esa gran celebración popular que fue declarada fiesta de interés turístico provincial, que este año cumplió su cuadragésimo segunda edición y que arrancó, como es habitual, por la mañana con la apertura de los puestos de la comisión de fiestas y de las peñas en la zona del puente. Ya por la tarde partía, desde La Revoltona, el desfile de carrozas típicas. Era la corte de reinas y damas infantiles y juveniles la que abría el cortejo seguida, de las charangas que pusieron ritmo a una tarde de agua y de peñas y asociaciones que no se achantaron ante el chaparrón que cayó y lucieron animadamente sus carrozas.

Pese al agua y pese al frío los vecinos, no solo de Caboalles de Abajo, sino que también de todo el Valle, abrigaron el desfile invadiendo cada una de las zonas por donde discurría. En definitiva, mucho ritmo y mucha diversión para despedir a San Bartolomé 2017.