La magia del cine vuelve a Villablino con nueva gerencia

No hay nada comparable a la sensación que los amantes del séptimo arte experimentamos cuando las luces de la sala del cine se apagan y se enciende el proyector. El sonido te envuelve y las imágenes te evaden. Somos muchos los que, en esta época de pandemia, lo que más añoramos fue El Cine de Villablino. Todo un lujo, al alcance de pocos pueblos, que vimos peligrar.

Ahora, este mismo fin de semana, la magia del cine vuelve a nuestro valle. Vero, nuestra Vero, se va. Deja de ser la gerente del negocio familiar que iniciaron sus padres y sus tíos y del que estuvo al frente desde 2010. Ese por el que tanto luchó, hasta el punto de hacer una importante inversión en el año 2014 para disponer de las películas en formato digital. Para que Laciana pudiera estrenar al mismo tiempo que las grandes salas de Madrid y…. de todo el mundo. Para que la calidad del sonido y de la imagen fuera óptima.

Verónica Moreno Sutil se va pero deja el testigo a una lacianiega cuya pasión es el cine: Sherezade Blanco Otero, una mujer joven, que, junto a su familia, ha decidido asentar su vida en Villablino. Recibe el relevo con cierto nerviosismo pero con ganas. Y sobre todo con ilusión. “Tiene auténtica pasión por el cine y eso al final se siente”, dice Verónica.

Verónica lo afirma después de haber cogido aire y haber derramado alguna lágrima para confesar que “la vida cierra unas etapas y abre otras. No seguir con el cine ha sido una decisión muy muy difícil”. Mira por el espejo retrovisor y ve que deja atrás “muchos años felices” de los que, lo mejor que se lleva, tal y como ella misma admite, han sido sus clientes. Ahora, podrá disfrutar de las películas, cada fin de semana, en compañía de los suyos, pues es su gran pasión. “Desde que era pequeña siempre lo he vivido”, confiesa. De casta le viene.

Se marcha haciendo varias reflexiones. Primeramente lanza una invitación a todos aquellos que aún no conocen el cine. “La magia se hace dentro de la sala. Es algo que todo el mundo debería experimentar una vez en su vida” porque en una sala de cine “las risas son más risas y el terror da más miedo”. Las imágenes y el sonido “te transportan”. Por todas estas razones y muchas más considera que tener un cine monosala en Villablino “es todo un privilegio”. Privilegio no exento de muchos esfuerzos como los que Verónica Moreno Sutil hizo durante una década para mantener en pie un servicio que es una de las piedras angulares de la cultura.

Sherezade Blanco, el nuevo timón

Siempre ha disfrutado del cine. En los últimos años se dejó cautivar, especialmente, por el género infantil ya que acudía a las sesiones con sus hijos. Ahora se pone al frente del cine de Villablino junto a su marido Javier Álvarez, que estará en la taquilla. Porque la idea es que sea un negocio familiar. Como ya lo era con Vero a la cabeza. “Por el trabajo que desempeña Javier, podríamos estar en cualquier parte de España y decidimos apostar por nuestro valle. Son nuestras raíces”. 

Y aquí, en su tierra, enciende este mismo viernes el proyector del cine de Villablino, que según sus propias palabras, “siempre será la casa de Vero”, con la aclamada película ‘Way Down’ que cuenta con actores de la talla de Freddie Highmore, protagonista de la serie ‘The Good Doctor’ o el gran actor español Luis Tosar. Se proyectará viernes -22:00 horas- sábado -19:00 y 22:00 horas-, domingo -19:00 y 22:00 horas- y lunes -22:00 horas-. El fin de semana del puente será el turno de ‘Encanto’, película infantil de Disney. 

Las sesiones se mantienen los mismos días: viernes, sábado, domingo y lunes, día del espectador, pero se modifica el horario, media hora antes tanto en sesión de tarde como de noche. También varían los precios, el coste de la entrada se incrementa un euro más: seis euros viernes, sábados y domingos, y cinco euros el día del espectador. En este punto Blanco aclara que se ha tenido que incrementar el coste debido, fundamentalmente, a dos factores; “la subida de la luz y el hecho de que las distribuidoras me piden más por las películas”. Pero aún así el precio sigue siendo inferior a cualquier cine de cualquier ciudad.

Respecto a los aforos, según apunta la nueva gerente, “no existen restricciones”. Eso sí, pide a los espectadores “responsabilidad”. Que permanezcan con la mascarilla “el máximo tiempo posible” y solo se la quiten “para comer o beber”. De todas formas, apunta Blanco, el cine, formado por 169 butacas, dispone de un sistema de extracción de aire que convierte a este espacio en un lugar seguro. 

A pocos días de su apertura, la gerente se muestra nerviosa a la par que emocionada. Confía plenamente en que los lacianiegos utilizarán el servicio, porque como bien dice, Sherezade, “somos unos privilegiados por tener un cine al lado de casa”. De momento los vecinos han recibido la buena nueva “con alegría y muchas ganas”, confiesa.

Al final se trata de consumir cultura sin tener que hacer un mínimo de 120 kilómetros en coche. Se trata de no perder servicios y de devolver la confianza a una familia que ha apostado por el valle de Laciana.