Uno de los chistes (no se si suceso real o ficticio); que conozco sobre Napoleón Bonaparte, cuenta que en cierta ocasión el conocido político y militar se encontró con otro personaje que no le caía muy simpático y en consecuencia en vez de saludarle efusivamente le dio la espalda. El tipo despreciado entonces se acercó a Napoleón y le dijo: “Señor me agrada ver que no me consideréis uno de vuestros enemigos”. “Porque lo sabéis”,-replicó Napoleón. “Es muy simple”, le contestó el interpelado. “Jamás ha ocurrido que Napoleón vuelva la cara ante sus enemigos”.
Según esta lógica La Luna sería pues cobarde ya que como es bien sabido, hay una cara que siempre oculta. Si una persona se pone a dar vueltas en torno a nosotros la veremos de frente y de espalda pero esto no ocurre con La Luna al girar en torno a nuestro planeta. Siempre muestra la misma cara y por ello la cara oculta no fue conocida por los humanos hasta que en el pasado siglo XX; se iniciaron los viajes al espacio.
La Luna gira en torno a nuestro planeta de modo que aproximadamente cada 27 días y medio completa una vuelta. En este mismo tiempo La Luna completa además un giro sobre su eje. De este modo siempre nos muestra la misma cara. Se dice que tiene un movimiento de rotación capturado. Esto podría parecer una casualidad pero no lo es. En realidad en el Sistema Solar se conocen varios casos más en los que esto sucede. ¿Por qué ?. Vamos a intentar explicarlo.
RIGIDEZ APARENTE
La Ley física de Gravitación Universal establece que cualquier masa del Universo atrae a otra. Por tanto La Luna atrae a La Tierra y viceversa. Más exactamente cabe señalar que La Luna atrae a cualquier objeto situado sobre la superficie terrestre y lógicamente la atracción es mayor sobre los que están en la cara que da a la Luna que en la opuesta; ya que la fuerza gravitatoria es mayor cuanto menor es la distancia que separa los cuerpos. Pero ni La Tierra; ni La Luna son cuerpos totalmente rígidos y por ello ante esa fuerza de atracción se deforman en mayor o menor medida. En el caso de La Tierra esa deformación se manifiesta en las mareas. Digamos que las mareas son el resultado del estiramiento de La Tierra al ser atraída por La Luna (y también por el Sol).
Cuando el nivel del mar sube por la marea lo que realmente ocurre es que la masa de agua del mar se mueve hacia La Luna. Esto lo que provoca es digamos un bulto en la superficie terrestre. La dirección en la que se produce ese abultamiento viene determinada por la línea que une los centros de La Tierra y La Luna. Si La Luna se mantuviese constantemente en la vertical de un punto cualquiera de La Tierra lo que ocurriría es que el suelo o la superficie terrestre en este punto se elevaría tratando de acercarse a La Luna. Si este punto estuviese sobre el océano la elevación sería -entiendo- mucho mayor que la que ocurriría en una zona mucho más rígida como es cualquier zona continental y se mantendría siempre en la misma parte de la superficie terrestre.
Pero La Luna se está moviendo y no permanece fija sobre un único punto de la superficie terrestre, por ello la deformación que causa en La Tierra se va trasladando de unas partes a otras de nuestro planeta. El hecho de que la deformación de la superficie terrestre se vaya trasladando, supone un gasto de energía que lo que provoca es un lento frenado de la velocidad de rotación de La Tierra. Es algo similar a cuando una rueda girando roza en alguna parte.
Ahora bien, del mismo modo que la atracción lunar deforma la superficie terrestre también la atracción de la Tierra hace deformarse a La Luna. Si esta estuviese formada por agua también tendría mareas pero al ser mucho más rígida que el agua; son mucho menos evidentes las deformaciones de su superficie. Además de ser menos evidentes, si estas deformaciones se fuesen trasladando sobre el suelo lunar supondrían una considerable perdida de energía que frenaría el movimiento de rotación de La Luna. Pero para que se fuesen trasladando sería preciso que la línea que une los centros de La Tierra y La Luna se fuese desplazando de modo que unas veces cortase un punto de la superficie lunar y otras otro. Esto es lo que debió ocurrir en un lejano pasado.
En la actualidad no obstante la cara de la Luna que mira a La Tierra está girando de tal modo que el punto de la superficie lunar que se halla en la línea recta que une los centros de La Tierra y La Luna a efectos prácticos es siempre el mismo. En consecuencia digamos que hay en la parte de la Luna un bulto que apunta hacia La Tierra y que está siempre situado en la misma parte de la superficie lunar.
RUEDA CON PESO AÑADIDO
Hay un ejemplo fácil de entender, que en mi opinión explica perfectamente lo que ocurre. Imaginemos una rueda de una bicicleta que está suspendida a una cierta altura y girando sobre un eje horizontal. Al cabo de un tiempo se detendrá por el rozamiento con el aire o el propio rozamiento del eje y en ese instante el punto de la rueda que quedará más bajo (más próximo al suelo);será uno cualquiera. Ahora supongamos que la rueda girando lleva adosado un peso de cierta entidad, en su parte externa. ¿Qué ocurrirá?. Pues que la rueda al detenerse lo hará de modo que el punto más bajo de la misma sea aquel que lleva adosado el peso adicional ; ya que este peso tiende a forzar a la rueda a mantenerse así.
Cabe añadir que en este caso y una vez que la rueda se haya detenido se puede comportar como La Luna. Aunque la vemos (a la rueda) fija y parada sobre la superficie terrestre al estar La Tierra girando sobre si, también lo hace la rueda y al hacerlo también la rueda en realidad estará girando sobre si, tomando como referencia un punto exterior a La Tierra (sobre todo si el eje de la rueda sigue la dirección N-S). La velocidad de rotación de la rueda es tal que cada 24 horas completa un giro. Ese peso añadido en la práctica es como un ancla que sincroniza la velocidad de rotación, con la de traslación de la rueda que sería de 24 horas en cada vuelta.
En el caso de La Luna la velocidad de traslación es muy inferior a las 24 horas. En realidad da una vuelta a La Tierra en unos 27 días y medio y por ello no se mantiene sobre un mismo punto de la superficie terrestre como es bien conocido. La Luna gira en torno a La Tierra en el mismo sentido de giro que lo hace esta sobre si misma y puesto que la velocidad de rotación de La Tierra se está frenando la tendencia en un muy lejano futuro es que La Luna se mantenga fija sobre un mismo meridiano de La Tierra. En este caso se llegará a una situación similar a la de la rueda de nuestro ejemplo.
Cuando esto suceda las mareas (abultamiento) en la superficie lunar y en la terrestre; estarían siempre en una misma parte de ambos cuerpos celestes y en las caras de ambos situadas frente a frente. Además, las velocidades de rotación y traslación de La Tierra y la Luna estarían sincronizadas y permanecerían ya inalterables. En definitiva digamos que la rotación capturada no es una casualidad y se explica teniendo en cuenta la fuerza de gravitación y el hecho de que los cuerpos (La Tierra y la Luna en este caso); no son totalmente rígidos
Como no quiero meter la pata y por si queda algún cabo suelto (casi siempre queda alguno);puntualizo que para escribir este artículo me he fiado básicamente de lo que recuerdo de mi época de estudiante y de los muchos libros que en aquella época y después he leído. Cuando tenga tiempo tendré que revisar, (por simple precaución), lo escrito. Ahora no tengo tiempo. La imagen que adjunto está tomada de una página de “Facebook” en la que se muestra a La Luna en rotación ( acelerando lógicamente su velocidad) de modo que se ven ambas caras de nuestro satélite. Este video según tal página procede de @LRO_NASA. Yo he realizado una captura de pantalla para que se vea la cara que La Luna siempre nos oculta.
Madrid 20 de mayo de 2.017
Rogelio Meléndez Tercero