La lluvia moja la Feriona

Si hay un día por excelencia para todo lacianiego es el 12 de Octubre. Ese día en el que Villablino acoge a casi medio millar de puestos ambulantes en una feria conocida como “La Feriona”.

Las calles Constantino Gancedo, y Avenida del Bierzo se han convertido, un año más, en un gran mercado en el que miles de personas, se refugiaban bajo sus paraguas, para adquirir artículos textiles, artesanales o alimenticios, como los ajos para las cercanas matanzas. Otros se arremolinaban para conseguir auténticos chollos como doce pares de calcetines por cinco euros.

El pulpo “a feira” es el principal aliado de este día cocinado en los restaurantes de la zona así como también en las propias pulperías habilitadas en la feria. Un plato típico de esta fecha que acompaña cada año también en cada uno de los hogares de la comarca.

Pero, la feria, de origen ganadero, ha albergado además, en el recinto ferial, una exposición de gallinas, de criadores de la zona, de setenta razas diferentes, además de la muestra de mastín español que acompaña cada año a la Feriona.

Y precisamente en el afán de recuperar el carácter ganadero de la muestra, tanto ejemplares vacunos como equinos fueron expuestos en el recinto.

En definitiva, un año más, la Feriona pasó por el Valle pese a la lluvia.