La Junta pide en Bruselas que el Fondo de Transición Justa impulse “una nueva economía” que ofrezca “oportunidades” tras el fin del carbón

El director general de Acción Exterior de la Junta, Carlos Aguilar, reclamó hoy en Bruselas que el Fondo de Transición Justa permita la generación de “una economía justa” en aquellas zonas que han dependido de la actividad minera con el fin de que sus habitantes dispongan de “oportunidades” que les permitan mantenerse en estas comarcas y se pueda “garantizar la calidad de vida de las personas mayores”.

Así lo dijo en su intervención en la Comisión de Política Social, Educación, Empleo, Investigación y Cultura (Sedec) de Comité Europeo de las Regiones, en el que se debatió el contenido del proyecto de dictamen titulado ‘Una Europa social fuerte para unas transiciones justas’. 

Sobre la mesa, uno de los puntos más relevantes de la reunión era el debate sobre un dictamen de iniciativa que aborda la dimensión social derivada de la transición energética, y el contenido final se debatirá en Pleno, en el mes de octubre de este año. El principal objetivo social del Fondo de Transición Justa debe ser, según expuso Carlos Aguilar, generar “una economía nueva” alternativa que eche andar y se retroalimente en esas zonas afectadas por el cierre de la economía del carbón, donde muchos jóvenes se están viendo obligados a emigrar por la falta de actividad.

Carlos Aguilar puso de relieve el elevado porcentaje de población mayor que hay en muchas regiones, a la que abogó por poder garantizarle “un envejecimiento saludable”. Desde esta necesidad de servicios asociados a las personas mayores, el director general de Acción Exterior afirmó que la nueva “economía de plata” -que comprende la actividad económica centrada en la prestación de productos y servicios a los mayores- constituye “una nueva oportunidad” económica.

El alto cargo de la Consejería de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior defendió que esta “oportunidad” tan solo podrá sostenerse “si va acompañada de un crecimiento económico paralelo”, e insistió en que para atender “más adecuadamente” y mejorar la calidad de vida de los mayores es preciso “fomentar una economía que genere riqueza y empleo”. Por ello, abogó por utilizar los fondos europeos “adecuadamente” y estructurar una nueva economía “potente y sostenible” que ayude a mejorar los servicios y la calidad vida de las personas.