La Junta de Castilla y León criticó hoy el “destrozo” a la minería y las térmicas por el “capricho” de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, de “ponerse una etiqueta verde” para anticipar los cierres de explotaciones diez años sobre los previsto por la Unión Europea.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, la portavoz de la Junta, Milagros Marcos, no ahorró calificativos para referirse a la nueva ministra responsable de energía del Gobierno de España, pero también apuntó en su critica al secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, después de que los diputados socialistas votaran en contra de la iniciativa para ampliar las causas por las que se podría denegar el cierre de instalaciones de generación eléctrica a sus propietarios.
“La Junta de Castilla y León no entiende ni comparte la posición del Gobierno”, recalcó Marcos, convencida de que “no hay motivo ni está justificado” que la ministra quiera que se adelante en diez años el cierre previsto por la Unión Europea para la minería no rentable. “Es un capricho de la ministra para ponerse una etiqueta verde”, sentenció.
Después de censurar que los diputados socialistas de la Comunidad hayan votado en contra de las iniciativas del Grupo Popular para salvar las térmicas y el carbón, se centró en subrayar que el Gobierno de Zapatero aceptara en 2010 el cierre de minas no rentables el 31 de diciembre de 2018, a la vez que destacó las gestiones del Ejecutivo de Rajoy, y en particular del entonces ministro Álvaro Nadal, para mantener la actividad en las cuencas.
Marcos manifestó que están a favor de una transición energética pero añadió que no de cierres anticipados y en el “vacío”, para solicitar un plan en el que se defina la aportación del carbón al mix energético. Por último, insistió en que no entiende la posición de Tudanca cuando por un lado afirma estar con las cuencas y por otro permite que las diputadas de León y Palencia voten en contra en el Congreso de propuestas a favor de mantener la actividad minera.