El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, anunció este viernes que la Junta convertirá las antiguas instalaciones del Pozo María, situado en la localidad de Caboalles de Abajo, en un centro de la memoria histórica de la minería en Laciana, tras el acuerdo alcanzado con los administradores concursales de Coto Minero Cantábrico (CMC) para adquirir el conjunto integrado por el castillete y las instalaciones auxiliares, por un importe de 70.000 euros. Una futura intervención, con un presupuesto de otros 100.000 euros, deberá adecuar este espacio y dotarlo de equipamiento para transformarlo en un centro de interpretación de la historia industrial de la comarca.
En ese sentido, Suárez-Quiñones destacó que la recuperación de estas instalaciones, símbolo del patrimonio minero de la zona, supone un homenaje a una actividad que hizo despegar económicamente a todo el valle. “No podía ser que un símbolo de la minería de más de un siglo de historia pudiera terminar en un achatarramiento”, recalcó el consejero, que confió en que las instalaciones jueguen en el futuro su rol como “recurso turístico para conocer una forma de vivir que ha dejado huella”.
El Pozo María se empezó a explotar a principios del siglo XX de la mano de Gorgonio Torre, que lo bautizó con ese nombre en honor a su madre. Tras unos años de trabajo, el pozo se arrendó en 1918 a una compañía inglesa, Antracitas Jersiana, que explotaron el yacimiento mediante un pozo plano. En 1920, Torre vendió la mina a la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) y en 1952, entraron en servicio el pozo vertical y el castillete, similar a los construidos por Duro Felguera en Asturias.
Dos hechos marcan la historia de este enclave y la de la minería de Laciana. Por un lado, el accidente ocurrido el 17 de octubre de 1979 en el que perdieron la vida diez mineros y, por otro, la Marcha Negra de 1992 que se inició para evitar el cierre de este tajo, un hecho que se consumó finalmente en el año 2000. Un año antes del cierre, el Pozo María fue escenario de uno de los encierros más largos de la minería, con cinco trabajadores encerrados a 300 metros de profundidad durante 65 días, en protesta por las condiciones de seguridad de la explotación del Feixolín.
Edificio de usos múltiples
Acompañado del alcalde de Villablino, Mario Rivas, y del secretario general de CCOO en Castilla y León, Vicente Andrés, el consejero visitó también las obras del edificio de usos múltiples que se está construyendo en la vecina localidad de Caboalles de Arriba, sobre terrenos cedidos por el sindicato. Esta actuación cuenta con un presupuesto de medio millón de euros y su objetivo es la dinamización social y cultural de la zona, así como el fomento del emprendimiento ligado al turismo, explicó Suárez-Quiñones.
Igualmente, el consejero avanzó que las obras de construcción del voladero en el Centro del Urogallo ya han sido adjudicadas por un importe de 200.000 euros. Este espacio de 300 metros cuadrados permitirá al gran público conocer a este “animal mítico”, subrayó Suárez-Quiñones, que anunció una inversión de un millón de euros para construir en Villablino un centro de recepción de biomasa que abastezca a la central de la empresa Forestalia situada en el municipio berciano de Cubillos del Sil.
‘Mina en vivo’ y Ponfeblino
En la misma línea, Suárez-Quiñones anunció también que el proyecto ‘Mina en vivo’ se ha presentado como candidato a recibir financiación por parte del Instituto de Transición Justa (ITJ) en el marco de los convenios de transición ecológica. Esta iniciativa pretende invertir dos millones de euros para acondicionar las antiguas instalaciones de la Fundación Santa Bárbara (FSB) en Caboalles de Arriba y adaptarlas a un nuevo uso turístico visitable. Tras la cesión de las instalaciones por parte del Grupo Viloria y de la administración concursal de CMC, la actuación espera contar con la inversión de los fondos de transición.
Por último, el consejero reiteró el “total compromiso” de la Junta con otro de los proyectos destinados a revitalizar la zona, el que busca recuperar el antiguo tren minero entre Ponferrada y Villablino. Tras la “intensa tarea jurídica y administrativa” llevada a cabo para resolver la concesión de la infraestructura, la administración autonómica cedió el año pasado los primeros terrenos, infraestructuras y material móvil al Consorcio Turístico del Ponfeblino, concretamente los situados en Villablino.
Desde junio de este año, el Consorcio puede solicitar también la cesión de la parte de terrenos y construcciones del municipio de Cubillos del Sil, mientras continúa la fase de formalización catastral de los tramos que discurren por los términos municipales de Toreno, Páramo del Sil y Palacios del Sil, así como del tramo entre Ponferrada y Cubillos del Sil.
Con todos estos proyectos, la Junta aspira a invertir la tendencia demográfica de la comarca de Laciana, que en los últimos 20 años perdió casi 6.000 habitantes. En ese sentido, el alcalde de Villablino agradeció al consejero su “apuesta global por el municipio” y confió en que las distintas actuaciones sirvan para convertirlo en “referente medioambiental de turismo sostenible”.
Por su parte, el responsable de CCOO en la Comunidad valoró que el nuevo atractivo turístico presentado hoy servirá para conocer la historia de las comarcas mineras. “No se puede olvidar nunca que la minería fue clave para la evolución y el progreso de España”, aseguró Andrés, que recordó que Villablino fue el lugar en el que se originó el sindicato en el que milita. A la espera del despegue definitivo de los convenios de transición justa, el responsable sindical planteó a la Junta que lleve a cabo actuaciones similares para el conjunto de vestigios mineros de las provincias de León y Palencia.