PREMIOS MUJER 2024

La Feriona, cita ineludible con el valle de Laciana

El gran zoco congregó alrededor de medio millar de puestos ambulantes. El recinto ferial dio cabida a cincuenta cabezas de ganado bovino y cinco cabezas de ganado caballar

Había ganas. Muchas ganas de Feriona. El año pasado la comarca de Laciana se conformó con la versión reducida de la muestra que el COVID-19 obligó a hacer. En 2020, obviamente, no hubo feria. Así que miles y miles y más miles de lacianiegos, los residentes en el valle y los que regresan a él cada vez que pueden, junto con vecinos de otras zonas colindantes, abarrotaron las calles Constantino Gancedo y Avenida del Bierzo de la capital lacianiega, las dos vías principales de la muestra.

Otros puntos habituales de parada fueron el aparcamiento del polideportivo municipal, así como la calle García Buelta, la calle Doctor Fleming y calle Vega del Palo. El enorme zoco dio cabida a más puestos que en sus últimas ediciones anteriores a la pandemia. Alrededor de quinientos concretamente, llegados desde Asturias, Galicia o incluso Portugal. La mayoría de ellos animados porque las ventas fueron bien. Lo que está claro es que muchos son asiduos de la gran Feriona. Y no la perdonan. Son los comerciantes que ponen voz al gran mercado animando el paseo de los transeúntes.

Puestos de artículos textiles -abundancia de calcetines y pijamas-, alimenticios, como el pimentón y los ajos y las cebollas para las matanzas, los salazones o los típicos frutos del otoño, marroquinería, aperos de labranza, ferretería… todo tuvo cabida en esta muestra que lució bajo el sombrero de unas temperaturas otoñales más que agradables.

Los que tampoco renuncian a la cita con el valle son las pulperías que se habilitan a pie de feria. En ellas se cocina a fuego lento el plato estrella del día, el invitado perfecto en la mayoría de los hogares lacianiegos y también en los restaurantes de la zona: el pulpo. Su inconfundible olor acompaña fielmente la jornada año tras año y sirve de excusa perfecta para reunir en la mesa a amigos y familiares. Siempre, eso sí, regado por una buena copa de vino y servido con cachelos.

La Feriona, esencia ganadera

La Feriona tiene sus orígenes en la ganadería pese a que con el paso de los años las operaciones de compra-venta de vacas o caballos quedaron relegadas a un segundo plano, tomando todo el protagonismo el extenso mercado al que da cabida la muestra.

Este año, han sido cincuenta cabezas de ganado bovino y cinco cabezas de ganado caballar las que se pusieron a la venta en el recinto ferial de la capital de la comarca. Y para custodiar al ganado, no podía faltar su guardián por excelencia; el mastín español. Varios ejemplares, que atesoran títulos de carácter nacional e internacional, también estuvieron presentes en el mercado de ganados, acompañados por sus criadores.

Sin duda la Feriona es una jornada que Laciana disfruta y mucho. Porque las tradiciones están para cumplirlas. Sí o sí.

 

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