‘La ferina’, una cita muy lacianiega con la tradición

Un año más la capital de la comarca acogerá este domingo 12 de noviembre la ferina, el tradicional mercado que se celebra justo un mes después de la gran Feriona. Pese a que la muestra es menor en cuanto al número de puestos y de viandantes, este año se prevé que las visitas aumenten dado que la feria coincide en domingo, eso sí, siempre y cuando las condiciones meteorológicas sean favorables. Y de no ser así siempre habrá lacianiegos y vecinos de otros municipios de la provincia que acudirán igualmente a esta cita con la tradición.

Los ajos para la matanza, los frutos secos, productos alimenticios como el bacalao, productos artesanales o artículos textiles y de bisutería, en abundancia, ocuparán la calle Avenida del Bierzo desde primera hora de la mañana en puestos ambulantes llegados de diferentes puntos de la geografía española y es que la ferina suele albergar entre 150 y 200 expositores “todo depende de la climatología”, tal y como ha matizado el alcalde de Villablino, Mario Rivas. Pero si hay un olor y un sabor característico de esta jornada es el del pulpo; delicioso manjar que será cocinado en las pulperías instaladas en la feria y en muchos de los hogares de la comarca. Es, sin duda alguna, una tradición por excelencia.

Pero la ferina es más que un mercado. Tiene esa raíz ganadera que se intenta recuperar. El regidor confía en “poder ver algún animal en venta” en el recinto ferial de Villablino, que como no puede ser de otra manera abrirá sus puertas ese día. Y es que, tal y como ha recordado Rivas, “los condicionantes sanitarios han cambiado”, algo que facilita enormemente la participación de los ganaderos en la feria ya que los animales menores de un año no requieren de ninguna prueba sanitaria para acceder al recinto y los mayores de un año tan solo necesitan la prueba de diagnóstico de la brucelosis.