MEDIO AMBIENTE

La Federación de Caza constata que el aumento desproporcionado de jabalíes provoca accidentes y perjudica los cultivos

La organización ofrece soluciones a los ayuntamientos para paliar el problema
Imagen de archivo del grupo de jabalíes que ‘paseaban’ por Ponferrada. / EBD
El aumento desproporcionado de algunas especies de caza mayor está provocando accidentes y perjudicando cultivos en varias zonas de la Comunidad. Por ello, desde la Federación de Caza de Castilla y León se están intentando ofrecer soluciones que palien el problema.
La excesiva población de ciertas especies de caza provoca una media de cuatro accidentes por día debido a la irrupción de animales en las carreteras. Además, la proliferación de mamíferos como el jabalí o el corzo provoca daños a la agricultura y la ganadería. En otras ocasiones, el excesivo número de animales obliga a la caza continua de ese colectivo, cómo sucede con el caso del conejo. Estas actuaciones se realizan para evitar daños en cultivos como el del cereal.
Según la Federación de Caza de Castilla y León, algunas de las razones por las que se produce el problema son el abandono del campo, la gestión de los montes, la falta de desbroces adecuados, las dificultades normativas y su aplicación por las Administraciones Locales o el tratamiento que se suele dar a cualquier autorización en cada Servicio Territorial de Medio Ambiente.
Por ello, tras la reunión convocada por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente con los sindicatos agrarios y ganaderos para resolver el problema, la Federación quiso ponerse en contacto con los Ayuntamientos de cada provincia para ofrecer su ayuda a aquella entidad que titularice la caza.
La oferta realizada por la agrupación consiste en apoyo técnico para manejar de manera sostenible los cotos y asesorar a los grupos de cazadores de las posibilidades concretas que se hacen más factibles dentro de las estructuras federativas. Al mismo tiempo, la Federación pone a disposición grupos de personas reclutadas para cazar en aquellos pueblos y pedanías dónde el número de cazadores no sea suficiente para el control regulado de las especies.