La Diputación de León ha aprobado la concesión de nueve subvenciones a otros tantos ayuntamientos y juntas vecinales de la provincia destinadas a la recuperación y puesta en valor del patrimonio industrial de la minería del carbón. Se trata de la quinta convocatoria de estas ayudas gestionadas por el área de Transición Ecológica, encabezada por la diputada Lucía Osorio.
Estas subvenciones suponen un desembolso por parte de la Diputación de León de 138.633,73 euros, lo que supone prácticamente cubrir la convocatoria inicial, que ascendía a 140.000 euros. En todo caso, cada entidad local recibe un máximo del 90 % del importe del presupuesto de cada actuación.
La principal novedad de este año es que además de ayuntamientos también las juntas vecinales se pueden acoger a esta línea de subvenciones, de ahí que haya varios ejemplos entre las nueve administraciones beneficiadas por estas ayudas.
La mayor cuantía la recibirá el Ayuntamiento de Sabero, al que se le han concedido 21.000 euros para la restauración del Castillete del Pozo La Herrera II. Le sigue la Junta Vecinal de Brañuelas, del municipio de Villagatón, a la que se le han concedido 18.200 euros para la recuperación de antiguo taller de material móvil para crear un aula didáctica.
También en el municipio de Villagatón, en este caso en la Junta Vecinal de La Silva, la Diputación ha aprobado una ayuda de 16.800 euros para la limpieza y mantenimiento de caminos, instalación de pasos de agua, señalización, instalación de mesas interpretativas, colocación de escalones, reparación de vallado, instalación de una puerta de acceso a la bocamina, instalación de un mural, restauración de maquinaria, restauración de fuente, y acondicionamiento de un área recreativa.
Por su parte, a la Junta Vecinal de Villaseca de Laciana, del Ayuntamiento de Villablino, se le ha concedido una subvención de 15.433,73 euros para la restauración de un cargadero de carbón, mientras que al Ayuntamiento de La Pola de Gordón se le destinan 15.400 euros para la restauración de la galería minera situada en Santa Lucía de Gordón con el objetivo de crear una mina escuela para el entrenamiento de la brigada de salvamento.
Otras tres entidades locales recibirán 14.000 euros cada una de ellas. Es el caso de la Junta Vecinal de Oceja de Valdellorma, del municipio de La Ercina, para recuperar el polvorín de la mina “La Única”; el Ayuntamiento de Igueña, que destinará esta cuantía a la recuperación y acondicionamiento de antiguos barracones mineros para uso turístico en Pobladura de las Regueras; y el Consistorio de Bembibre, que prevé la adecuación del entorno y sendero aledaño a la mina en Santa Marina de Torre.
Por último, el Ayuntamiento de La Robla recibirá 9.800 euros con el objetivo de restaurar elementos mineros como una pala rusa, una vagoneta, un vagón de personal y una locomotora de vapor.
El Cargadero de Villaseca de Laciana
Este antiguo cargadero, es parte de la infraestructura construida a principios del siglo XX en el contexto de la línea de ferrocarril entre Villablino y Ponferrada (el Ponfeblino). El objetivo de esta vía de transporte era el de trasladar el carbón procedente de las minas de la comarca de Laciana por el resto de la región leonesa. Gracias a instalaciones como este cargadero, la compañía Minero Siderúrgica de Ponferrada, logró modernizar sustancialmente las explotaciones mineras de esta comarca. Además de cargaderos como El Castro se implementaron en la zona innovadoras técnicas de transporte que incluían planos inclinados ferroviarios y cables aéreos.
El cargadero de El Castro era parte de una red de vías secundarias con un ancho de 600 mm y construidas para transportar por ellas las vagonetas cargadas del carbón procedente de las minas de la zona. En concreto el enclave en el que se encuentra este cargadero pertenecía a un tramo que se extendía entre las minas de Lumajo y de Llamas conectándolas con el cargadero de El Castro y finalmente con el cargadero de Villaseca de Laciana.
El fin del siglo XX traería consigo un pronunciado declive de la actividad minera en esta zona, lo que conllevaría que en 2012 se produjera el cierre definitivo de esta línea de ferrocarril, a la que pertenece este cargadero. No obstante, algunas de las infraestructuras de este tren caído en desuso han vuelto a cobrar vida gracias a proyectos como la Vía Verde ejecutados en anteriores legislaturas.
Junto al deteriorado cargadero, vestigio del pasado minero de esta comarca de Laciana, hoy es posible hallar un área de descanso para senderistas y cicloturistas dotada de un panel informativo sobre el itinerario, bancos y mesas de madera.