Tras la misa , el sacerdote, carga las albardas de serrana, la mula.
Algunas hogazas de pan se aprietan contra las latas de sardinas, otras , contra el paño bien atao , que envuelve la navaja de afeitar .
Don Cosme apura la marcha , arrea la serrana cuesta arriba, hasta los últimos riscos que asoman , como el estandarte del enemigo, ondeando su bandera al viento encaramado.
Las últimas colinas soportan la nieve tardía, el gélido olvido, que siega la libertad , Justo desde allí , el resto de guerrilleros, vigilan las posibles emboscadas.
Manuel Girón Bazán , EL GIRON , aguarda en la cueva la llegada de Don Cosme .
La pequeña hoguera ilumina la gruta , los hombres acercan sus manos al fuego, su piel se enrojece ,y sus rostros , portan el temple inquieto de la espera .
El sacerdote se sienta junto a ellos , mientras comen pan y sardinas, el vino embotado, baila en sus gargantas, como la suave danza de la sangre , cuando se desliza por las venas apretadas .
Anochece, Don Cosme ,regresa al pueblo .
La cueva del GIRON pronto quedará solitaria, el humo de la hoguera se esparce , inunda las paredes mientras ellos se van , pero volverán pronto, para la próxima entrega.
El hambre y la guerra golpean las guadañas, el miedo , enseña los dientes por los valles aliados , el Teleno y sus cuevas, son la guarida de la memoria.
Yace latente e insomne la sombra de la historia, al regazo de los hombres, aquellos , que vivieron escondidos en numerosas grutas del monte Teleno .
Esta , contó Antonio , un pequeño pastor que cuidaba cabras en sus inmediaciones, aún conservaba en la pared un escrito tallado a navaja , el escrito decía : GIRON .
Doy Fe , de las numerosas visitas a esta cueva , en busca de aquella talla , a día de hoy , no la he encontrado.
( La cueva , como algunas otras del monte Teleno, tienen un posible origen Romano)
Isasy Cadierno