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Poco más de una semana ha transcurrido desde que se conociera la decisión, por parte de la Junta Vecinal de La Cueta, de la no conveniencia del proyecto de esquí de fondo, y la comarca de Babia ya ha decidido emprender una recogida de firmas en apoyo a la iniciativa; un proyecto que cuenta ya con el visto bueno de la Diputación, el Parque Natural Babia-Luna, los dos ayuntamientos de Babia y diversas entidades comarcales.
El resultado final de la votación, 19 votos en contra y 13 a favor, ha suscitado la división de opiniones dentro de la propia pedanía. Los defensores del proyecto argumentan la necesidad de implantar la iniciativa en una comarca de montaña que agoniza en silencio; un plan que generaría varios puestos de trabajo fijos y que indudablemente atraería turismo a la propia comarca de Babia del que podrían beneficiarse zonas limítrofes como Laciana, Omaña o Somiedo.
Son argumentos que no convencen a los detractores del centro de esquí de fondo, que, por otra parte, sería el único existente en la Cordillera Cantábrica. Desde este bando -algunos de los votantes son mayores de 90 años- defienden, entre otros argumentos, que desean mantener la tranquilidad en La Cueta y evitar masificaciones de cara a posibles construcciones de nuevos edificios. Un argumento que invalida la propia alcaldesa del Ayuntamiento de Cabrillanes, municipio al que pertenece esta pedanía, Lina Freire, quien ha explicado que “existen normas urbanísticas tajantes y muy protectoras con el medio ambiente además de la figura del Parque Natural Babia-Luna que también tiene competencias respecto a que se mantenga la fisonomía de los pueblos”.
De momento, Lina Freire ya se ha posicionado totalmente a favor del proyecto y también de la recogida de firmas e incluso ha avanzado que próximamente convocará a los alcaldes pedáneos y vecinos de la comarca para aclarar algunas de las afirmaciones que se están vertiendo y que “no son ciertas”. Por ejemplo, la regidora sostiene que el centro de esquí no tiene por qué perjudicar al ganado ni a la caza. “El monte es para un uso compartido por parte de todos los vecinos, no para uno solo”.
Tampoco es cierto, tal y como ha matizado Freire, que se vaya a producir una afluencia de público descontrolada porque “es el propio Parque Natural quien va a limitar y regular el número de visitantes que pueden acudir al centro de esquí cada día”. En este sentido la regidora ha confesado que son muchos alcaldes de otros pueblos del municipio los que cada día le trasladan el deseo de que el proyecto pudiera asentarse en sus pedanías “pero no es viable porque no reúnen las condiciones que en cambio sí presenta La Cueta, por ejemplo, en altura ya que es el punto más alto de toda la provincia leonesa”. Además, ha añadido que “son muchos los que se lamentan de que los pueblos babianos están muy vacíos. Es un tema de conversación muy recurrente, por tanto, a la conclusión que llego es a que hay vecinos de la comarca que no tienen gana de tanta tranquilidad”.
Por último, la alcaldesa ha subrayado que el proyecto ha sido presentado de forma particular por una empresa privada que con fondos propios pretendía hacer frente a la iniciativa y que por tanto necesita una autorización de uso de suelo para poder desarrollar el proyecto. “El plan no se ha dado a dedo a una empresa como se está diciendo, han sido unos promotores los que de forma privada lo han presentado”.
No hay duda de que la polémica, tal vez, no ha hecho más que empezar en una pedanía dividida entre defensores en cuyas pretensiones no está la de tirar la toalla y detractores que por lo que se prevé difícilmente cambiarán de opinión. De momento el debate ha calado también en los vecinos de comarcas colindantes como Laciana u Omaña quienes no han permanecido impasibles y se han posicionado abiertamente a través de las redes sociales.
