En las sencillas lecciones de historia que se enseñaban en las escuelas más elementales de los más diminutos pueblos de España, como el mío (Castropodame), ya a la edad de 8-10 años, se nos indicaba que España fue un imperio que a finales del siglo XIX, llegó a su fin y de forma dramática. Las guerras de Cuba y Filipinas quitaron a España lo poco que quedaba del antaño enorme imperio. Hay sin duda diversidad de opiniones sobre aquel acontecimiento, que en principio hemos de suponer respetables…pero antes de opinar hay que informarse y de la forma más detallada y extensa posible. El problema es que la historia no es una ciencia como las matemáticas. Pero este es otro tema del que quizá me ocuparé en otro artículo.
Yo jamás he tenido excesivo interés en analizar a fondo las guerras de Cuba y Filipinas que son consideradas , como las que dieron por “muerto y extinguido” al Imperio Español; pero al investigar en archivos y bibliotecas durante décadas las historia de Castropodame me he ido encontrando -sin buscarlos a propósito- una serie de noticias (siempre documentadas), sobre la repercusión de esas guerras en Castropodame y los demás pueblos que componen su municipio.
Además recientemente se ha producido una serie circunstancia que me ha “empujado” a analizar este asunto. Es entre otros, el hecho de haberme encontrado con el amigo e investigador Rafael Goyanes González, que está decidido a investigar a fondo las repercusiones de esas guerras en todo el ámbito de la provincia de León. Sus opiniones no siempre coinciden con la versión que suele a parecer en algunas publicaciones. Por ello conviene escucharlas. Yo no obstante me conformo con lo que tengo sobre Castropodame (en buena medida gracias a sus datos) y entendiendo que el caso del municipio de Castropodame y sus diminutos pueblos fue sólo un caso más , similar al que se repitió en toda España.
EL MUNICIPIO DE CASTROPODAME
A finales del siglo XIX era Castropodame un municipio que no tenía en el conjunto del Bierzo, ni de la provincia de León más importancia de la que hoy tiene. Esa es mi opinión. El contingente de militares que aportó y de los que tenemos noticias es de 27 en Cuba.
Por lo que respecta a Filipinas tenemos noticias sólo de dos militares procedentes del municipio de Castropodame. Lo que no implica que hubiese más de los que no tenemos noticias documentadas. Uno de ellos era un tal Antonio Alvarez Colinas natural de Villaverde de los Cestos. Otro fue Gerardo Vázquez Fierro, natural de Castropodame y que con el paso de los años (entiendo que ya en el siglo XX posiblemente), desempeñó el cargo de secretario del ayuntamiento de Molinaseca. Debo puntualizar que en el caso de Filipinas, los dos individuos señalados, no está probado que participaran en acciones bélicas.
Gracias a las investigaciones de Rafael Goyanes González y también a los datos que yo he tomado tanto del Archivo Histórico Municipal de Castropodame, (AHMC), como del Archivo Histórico General Militar de Segovia, (AHGMS) conocemos algunos datos de los militares del municipio de Castropodame que intentaron defender lo poco que quedaba del Imperio Español.
En un corto artículo como este no es posible exponer los datos y detalles concretos que conocemos sobre cada uno delos casi treinta militares del ayuntamiento de Castropodame que estuvieron sirviendo al Ejército Español en Cuba y Filipinas, entre otras razones porque resultaría un relato aburrido. Las guerras precitadas, hace mucho tiempo que han caído en el olvido colectivo. Si podemos eso si dar algunos detallitos que juzgamos de más interés. A ello vamos.
Un tal José Fuentes Álvarez que fue voluntario a Cuba murió en fecha 10 de marzo de 1895,según datos del AHMC, pero resulta que según otras fuentes de datos, en el año 1896, aún seguía vivo figurando entre los distinguidos en una serie de acciones militares siendo soldado, por lo que fue premiado con una pensión no vitalicia de 2,5 pesetas al mes y con una medalla militar (cruz de plata con distintivo rojo). Sin embargo hay asimismo datos que señalan que era cabo ¡antes que soldado! por tanto quizá hay una confusión por lo que parece incluso en datos escritos. Este tal José Fuentes Álvarez es al parecer, el que la tradición oral en Castropodame llama “El Cabito Fuentes” del que se cuentan una serie de historias, que no voy a citar aquí, porque ya hemos visto que incluso consultando documentos escritos…hay incongruencias y errores evidentes. Un tipo llamado Serafín Fuentes Álvarez (¿hermano del anterior quizá?) también fue premiado por acciones militares acaecidas en el año 1897. Ambos eran de Castropodame (pedanía). Un soldado de infantería de nombre Antolín Mansilla López ,natural también de esta pedanía, fue voluntario a Cuba en enero de 1897 pero a los pocos meses de llegar enfermó de paludismo por lo que tuvo que ser hospitalizado. Tenía 24 años de edad.
No obstante hay que señalar que tenemos noticias de militares procedentes de los 7 pueblos que componen y componían entonces el municipio de Castropodame.
Un tal Manuel Castellano de San Pedro Castañero y sargento debió morir en Cuba y por ello su esposa reclama a la Caja de Ultramar la asignación impuesta a su difunto esposo. Este sargento obtuvo al menos dos cruces al mérito militar con distintivo rojo. Un tal Francisco Alvarez García , natural de Matachana murió a borde del vapor “León XIII” el 7 de mayo de 1898. Supongo que estaría de viaje a España y muy enfermo (era habitual), por lo que falleció en el mar…donde descansarán sus restos para siempre. Situaciones de este tipo debieron ser muy frecuentes.
Otro militar de nombre Eloy Alonso Huerta era teniente de caballería y estaba casado con María del Carmen Vazquez Fierro, hermana del Gerardo que fue militar en Filipinas. El teniente de caballería debió morir en Cuba y por ello en el año 1898 se concedió a María del Carmen una pensión según nota procedente del 7º Cuerpo de Ejército. Un tal Antonio Prieto González, soldado de Viloria también fue premiado con la cruz de plata con distintivo rojo, por su comportamiento en combates que tuvieron lugar en enero de 1897 en Bayamo (Habana). Pocos meses después en marzo de aquel año y siendo ya soldado segundo, obtuvo otra cruz de plata con distintivo rojo por combates mantenidos contra la insurrectos en Barreto (Habana). En fin un hombre ejemplar cuyos méritos han sido seguramente completamente olvidados en su pueblo.
Al finalizar el año 1898 la guerra había terminado y se había firmado un tratado de paz con Estados Unidos, impuesto a España por la razón de la fuerza. Es una constante en la historia humana. Hay incluso un escudo nacional de cierto país de América del Sur, que hace una alegato en favor del uso de la fuerza. No obstante hay documentos que muestran como durante años posteriores siguen produciéndose noticias en relación con los sucesos de Cuba. Por ejemplo, el 2 de enero de 1899 se da licencia a un tal Fermín Colinas Gundín (que estaba en La Coruña) para que fije su residencia en Castropodame. Este individuo y por los apellidos me parece que debía ser de Villaverde de los Cestos y el documento que alude a Castropodame, debe referirse por tanto al municipio de Castropodame.
En cualquier caso este individuo sobrevivió a la guerra, que no es poco. Sin duda muchos otros murieron en Cuba, otros en alta mar y otros en los puertos de España a los que llegaron ya moribundos. Según datos de Rafael Goyanes, hay datos de al menos 8 soldados de León enterrados en Barcelona. De ellos una era de Trabadelo y otro de Corullón. El primero llegó procedente de Cuba y el segundo de Filipinas.
EPÍLOGO
Cualquiera que tenga unos conocimientos elementales de historia, pueda saber hoy día que España a finales del siglo XIX, era una nación decadente al máximo tras todo un siglo de luchas y revoluciones internas. Sin embargo los jóvenes de los diminutos pueblos de España no lo debían saber y quizá pensaban que ir a luchar a Cuba o Filipinas, era algo así como un deporte de riesgo y que el Ejército Español, aún seguía siendo tan poderoso como en el siglo XVI.
Quiero remarcar también que sin duda hay muchos datos aún desconocidos sobre aquellos conflictos que arrebataron a España los restos de su antaño extenso imperio colonial. Hay además una cierta confusión entre los datos documentados que nosotros tenemos y los que se conocen por transmisión oral. Incluso en los datos que tenemos por escrito hay evidentes errores, en concreto en los nombres de algunos pueblos. Por ejemplo a Calamocos se le llama “Calamares”, a Matachana “Matacharra”…en algún caso. Por todo ello hay que seguir investigando y no fiarse de esas historietas y habladurías que seguramente siguen circulando por todos los pueblos con respecto al pasado. Pero lo escrito es sólo un brevísimo apunte de un tema que merecería un estudio extenso y más profundo. La imagen que adjunto es una fotografía real de la época que me pasó Rafael Goyanes. Corresponde al hospital de San José de las Lajas en la Habana. Año 1896.
Bembibre, 26 de mayo de 2023
Rogelio Meléndez Tercero